La etapa inicial resultó entrenida por los constantes avances de ambos equipos, pero infructuosa en llegadas claras a marco.
Argentina jugó como le duele al futbol costarricense, con pases cortos a velocidad de vértigo y precisión milimétrica.
La Tricolor resistió los embates suramericanos con base en su bien armada defensa y las corridas de Jonathan Mc Donald, más el delantero estuvo siempre muy solo.
Poco a poco, Costa Rica fue tomando confianza, merced la anticipación y la voluntad, esta última especialmente en el mediocampo con Vianney Blanco, anotador del gol ante los antillanos
Al minuto 36, Leandro González dio un codazo evidente a Mc Donald que el mediocre árbitro David Gantar solo castigó con amarilla.
La salida en velocidad del rival ganó la partida el minuto 40, cuando Fernando Coniglio largó por derecha, remató, el portero Kevin Briceño desvió, pero Franco Fragapane ingresó solo para rematar a placer y poner guarismos en la pizarra.
El empate estuvo dos minutos después, cuando solo frente la marco, el nacional Bryan Vega la envió por encima de la portería de Esteban Andrada.
En la etapa complementaria resultó ser más aburrida, pero con Argentina como claro dominador, tanto que amplió el marcador a los 60 minutos, cuando German Pezzella, cuando remató un tiro de esquina cobrao por Franco Fragapane.
Al minuto 76 cayó el tercero, cuando Martínez, sirvió a Lucas Kruspzky.
Con el 3-0, Argentina se dedicó a cuidar la victoria y Costa Rica buscó el descuento, más nunca lo encontró por la grave enfermedad que padece nuestro futbol: la falta de capacidad para definir.
Se observaron más banderas ticas entre el escaso público con respecto al juego contra Cuba, el miércoles anterior.