Ayer fue la primera vez que Maureen Vega y sus hijas disfrutaron en vivo del atletismo, y nada menos que en el Estadio Nacional.
Estas vecinas de San Isidro se unieron a la multitud que llenó por la tarde el palco oeste del Coloso, para disfrutar de las competencias. Con aplaudidores inflables, cientos de familias se contagiaron de emoción con cada acción de los atletas.
La sombra que cubrió el sector oeste del estadio atrajo a los mejengueros del Parque La Sabana: cargando el balón y los tacos, se sentaron a ver el heptatlón femenino y las competencias de salto .
Incluso el velocista Nery Brenes, quien a raíz de una operación está fuera de la pista atlética, llegó con su familia a ver el desarrollo de las pruebas de pista y campo.
Algunos niños no estaban tan interesados en las justas, y sólo se emocionaron cuando pasó cerca Namú, el jaguar mascota de los Juegos Deportivos, San José 2013.
Una constante entre el público de los Centroamericanos ha sido el descontento por el cambio de horario de los eventos.
Ayer por la mañana, en la Ciudad Deportiva de Hatillo, varios se quedaron con las ganas de ver los partidos de racquetbol, que se jugaron hasta la tarde.
Pero también, otros aprovechan el espíritu deportivo que suscitan estas jornadas para motivarse en sus propias disciplinas: Laura López esperará a que inicie el tae kwondo esta semana, para llevar a su hija Mia, de seis años, recién iniciada en este arte marcial.