Los Bravos ya han mostrado su valía en temporada regular y dominan sin problemas el Este. No parece haber duda de que estarán en la gran fiesta, pero la pregunta es si finalmente darán de qué hablar en los play-off .
Atlanta es un equipo sobrado de talento por todo lado. Tanto así que controla la carrera por el banderín sin el aporte de los hermanos Upton (Justin y B. J.).
Sin embargo, también son muy jóvenes y no han mostrado la capacidad de sobrevivir a los momentos más cruciales, como cuando San Luis les robó el comodín, hace dos años.
Tienen el picheo más equilibrado de todas las Mayores y muchísimo espacio para seguir mejorando en el bateo.
Los Nacionales, repletos de estrellas y talento por todas partes, son la principal amenaza por el banderín y no sería de extrañar un cierre emocionante en una gran batalla por la división.
Por su parte, los Filis perdieron al primera base Ryan Howard y lo más probable es que, si su lesión se complica, empiecen a buscarle acomodo a sus astros después del Juego de Estrellas. Es decir, que abandonen la campaña.
Filadelfia tiene una de las nóminas más caras de la pelota chica y si se vuelven a quedar fuera de la postemporada es mejor que empiecen a reconstruir.
Nombres como el abridor Cliff Lee o el receptor Carlos Ruiz encontrarán una casa adoptiva sin ningún problema y a cambio de grandes prospectos.
La llave la cierran los Mets, que siguen en reconstrucción, y los Marlins, que están de adorno.
El inicio de una ilustre carrera para el lanzador Matt Harvey y el Juego de Estrellas del próximo martes será lo más emocionante que pase en el Citi Field este año, pero al menos hay francas señales de recuperación en el equipo de Nueva York.
No así en Miami, donde nadie sabe cuál es el plan de los Marlins después del papelón que hicieron en la campaña pasada.