Cartago. La frase del exdirectivo cartaginés, ya fallecido, Rogelio Coto Monge, “debemos bajar a las aguas purificadoras de la Segunda División”, quedó grabada como un arresto de dignidad cartaginesa. Se originó cuando el brumoso descendió en 1982, y algunos plantearon la posibilidad de apelar ese descenso.
La frase vuelve a resonar ahora que el equipo se mantiene en los últimos lugares del Torneo de Invierno, en el que acumula 11 jornadas sin conocer la victoria.
No obstante, la junta directiva entrante del Cartaginés (asume el cargo el 24 de noviembre), no piensa en el descenso.
Tanto su nuevo presidente, Daniel Vargas, como vicepresidente entrante, Carlos Loría, reconocen que el equipo debe ser remozado y reforzado y aseguran: “No descenderemos, más bien en estos cuatro años podríamos hasta alcanzar el ansiado título”.
En 1982 la afición se mantuvo fiel al equipo; hoy una gran parte de los seguidores tuvo hasta enfrentamientos con la actual directiva, se alejó del estadio y quienes llegan se dedican a ofender con palabras duras a algunos jugadores, a los que les reclaman su poca entrega.
El domingo anterior, un aficionado quiso irse a las manos con el jugador Edder Nelson, pero antes ya ha habido manifestaciones fuertes, como los grafiti amenazantes en las paredes del estadio, entre otras repulsas, al mal rendimiento del decano de la Primera.