El Bakú, equipo donde milita Winston Parks, se encuentra en el penúltimo puesto de la Primera División de Azerbaiyán.
En 10 juegos, ganó uno, con siete empates y dos derrotas, para sumar 10 puntos, lo que lo convierte en favorito para jugar la hexagonal por el descenso.
Solo supera al Kapaz, que suma dos victorias, tres empates, siete derrotas y nueve puntos.
“Hemos padecido lesiones de jugadores y mala suerte. Esperamos que eso cambie”, dijo Parks.
En cuanto la liga de esa antigua república soviética (1920- 1991, el delantero indicó que en los últimos años se volvió más competitiva por la llegada de jugadores extranjeros y el mejoramiento en las canchas y las graderías.
Consultado por el fugaz paso del brumoso Randall Chiqui Brenes por el Khazar Lankaran, al que llegó el 9 de febrero, jugó 11 partidos y salió el 31 de julio, dijo entender las razones de su salida.
“De afuera se ve fácil, pero no lo es. Hay muchos cambios, de horario, de ambiente que afecta a un costarricense en esta zona”.
Agregó que el azerbaiyano es “buena gente”, pero muy exigente. “Al momento que vea que el extranjero no rinde en la cancha, entonces se resiente con uno y prefiere romper la relación y contratar a otro futbolista”, afirmó.
Añadió que los dirigentes no exigen goles a los jugadores extranjeros. “Sí que trabajen bien, que corran en la cancha y que lo den todo por el equipo”.
Indicó que a Chiqui también lo perjudicó que el Khazar no se encuentra en Bakú, la capital, sino en Lankaran, una ciudad cerca de Irán. “Eso le costó un poco”.