El Campeonato Panamericano de Esgrima que se llevará a cabo en el país desde el 1.° de agosto, estará caracterizado por la implementación de herramientas de alta calidad.
“Tenemos la certeza de que va a ser un espectáculo muy bonito, ya que nos exigen una calidad muy alta que estamos tratando de cumplir al máximo”, aseguró el presidente de la Asociación Costarricense de Esgrima, Luis Cruz.
Cruz manifestó que la Federación Internacional de Esgrima exige las mejores condiciones físicas de la actividad, debido a sus estándares estipulados a nivel mundial.
Unos 250 deportistas serán recibidos en el país el 1.° de agosto y permanecerán ocho días, tiempo que se extenderá el torneo.
Al certamen llegarán delegaciones procedentes de Cuba, República Dominicana, Canadá, Estados Unidos, México y Guatemala.
Así como de El Salvador, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Brasil, Argentina y Chile.
Todos los países forman parte de la Confederación de Esgrima.
“No teníamos previsto que los atletas llegarían acompañados de su familia”, indicó Irlay Molina, viceministra de la Asociación.
Por ello, en total se espera el arribo de unas 500 personas.
Además, el torneo permite la clasificación a los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
El montaje de la competencia iniciará en cuanto el Ministerio de Cultura otorgue el permiso sobre la Antigua Aduana, Barrio Escalante, el escenario del campeonato.
Los costos de organizar este certamen se encuentran alrededor de los $80.000 (unos ¢41,5 millones).
El torneo contará con un video-arbitraje, procedente de Suiza, este equipo le permitiría a los jueces observar repeticiones de movimientos en cámara lenta.
Los jugadores también podrán solicitar las repeticiones.
Además, las siete pistas que se utilizarán fueron donadas por la delegación de Estados Unidos.
Dentro de los patrocinadores que contribuyeron para que se lleve a cabo el torneo, participó el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), entidad que otorgó ¢20 millones.
Está pendiente la ayuda del Comité Cantonal de San José, cuyos miembros tienen interés en invertir, pero no se han pronunciado.