El Cagliari envió una carta a las autoridades del pueblo Quartu, en las afueras de la capital sarda, anunciando el final de la colaboración y el desmantelamiento de las estructuras provisionales que se instalaron para cumplir las normas de la Serie A.
Is Arenas es el centro de un conflicto político que ha llevado a la cárcel a varios cargos de Quartu, entre ellos el alcalde y el adjunto de obras públicas, así como el presidente del club, Massimo Cellino, actualmente en arresto domiciliario, acusado de “abuso de confianza” y “falsificación”.
El Cagliari jugaba en Is Arenas desde el 1.° de abril de 2012 después de verse obligado a abandonar su antiguo estadio Sant’Elia, por inseguridad.
Después de varios conflictos con las autoridades, especialmente con la prefectura de Cerdeña, el Cagliari tuvo que jugar varios partidos a puerta cerrada en Is Arenas por razones de seguridad.
Ahora el club deberá acabar la temporada en el estadio Nereo Rocco de Trieste, registrado al comienzo de curso como su campo oficial y donde ya jugó algunos partidos la pasada campaña.
El 14 de abril el Cagliari deberá recibir al Inter de Milán.