San José.
Aunque es la galería más importante del país, el Museo Nacional perdió, en los últimos doce años, un 63% de visitantes extranjeros y apenas pudo sostener la afluencia de costarricenses.
Las autoridades del Museo atribuyen esta caída a la competencia de otros centros de exposición y a la baja de turistas que llegan al país en cruceros.
También afirman que recuperar la afluencia de visitantes internacionales no es su prioridad.
La Nación analizó la visitación anual a los seis centros de exposición del Ministerio de Cultura entre los años 2000 y 2012.
En el 2000, los pasillos del Museo Nacional recibieron a 67.000 foráneos. El año pasado, a la institución llegaron 24.800.
El descenso anual de extranjeros en el Museo fue casi constante hasta el 2009, cuando tocó fondo con 21.142 visitas. Desde entonces, esta cifra viene aumentando, pero de una manera casi imperceptible.
En relación con la visita de costarricenses, la afluencia sufrió altibajos en estos años; sin embargo, ha tenido un ritmo suficiente para cerrar el 2012 con 65.134 visitas de nacionales, una cifra apenas superior a la del 2000 (64.434). Es decir, en 12 años no se ha logrado atraer a más público.
La tendencia en el Museo Nacional contrasta con la visitación general a las galerías que gestiona el Ministerio de Cultura, que aumentaron 30% en el mismo periodo.
Mientras en el 2000 las visitas a nuestra principal galería representaron el 56% de la afluencia total a los seis museos públicos, en el 2012 la proporción cayó al 28%.
Un caso que destaca es el del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), cuya visitación se cuadruplicó hasta alcanzar su punto más alto en el 2012, con 22.000 personas.
Menos foráneos Al poner la lupa sobre las cifras del Museo Nacional, se logra captar que su gran pérdida fue de visitantes extranjeros.
Los libros de asistencia del Museo cerraron el 2012 con 42.000 turistas menos que hace 13 años.
Este dato es más notable si se tiene en cuenta que en la última década se duplicó el número de visitantes internacionales que llegan a Costa Rica, hasta alcanzar 2,3 millones de personas, el año pasado.
Mariela Bermúdez, jefa de Proyección Museológica de la institución, sostuvo que el Museo no ha medido el impacto financiero que significó la pérdida relacionada con la visita de extranjeros.
“Si bien la plata nos viene bien, el Museo no tiene afán de lucro”, comentó la funcionaria.
Actualmente, los visitantes de otros países pagan $8 por ingresar en el Museo y $4 si son estudiantes.
El dinero que deja el público se reinvierte en programas educativos, de proyección e investigación, entre otros, explicó la viceministra administrativa de Cultura, Ileana González.
Cruceros de Caldera La pregunta obligatoria es ¿por qué al Museo Nacional ya no llegan tantos turistas como antes?
Mariela Bermúdez achacó la caída a la competencia –principalmente el Museo de Oro del Banco Central– y al descenso de los cruceros que llegan al puerto de Caldera, en Puntarenas.
Según Bermúdez, de esos cruceros se bajaba la mayoría de turistas que visitaba el Museo y que llegaba a San José con agencias de viajes.
“Desde el 2000 y hasta el 2008, teníamos agencias fijas porque los cruceros estaban de moda. Los traían al Museo, al Teatro y a otros lugares. Esto, en la temporada alta, hervía de turistas. La mayoría eran estadounidenses que venían a ver la sala precolombina”, explicó.
“En agosto del 2008 la cerramos. Esa visitación se nos vino abajo, porque a los turistas de estos cruceros no les interesaba otras salas, solo la precolombina”, alegó.
En efecto, la cantidad de personas que llegan en cruceros a Caldera cayó estrepitosamente. Pero el descenso comenzó en el 2002 y desde entonces no se ha recuperado.
En el 2000, arribaron a ese puerto 54.500 pasajeros y el año pasado 23.628, de acuerdo con datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
No obstante, Bermúdez aseguró que recuperar las visitas de los extranjeros no es una prioridad.
“Tenemos claro que queremos darles prioridad a los nacionales. En lo que estamos ahora es tratando de que la visita sea de calidad, de satisfacción y aprendizaje y dedicada a la familia costarricense.
”Eso nos mueve a realizar una mayor cantidad de cosas y dejar de lado el otro segmento, que son los extranjeros”, argumentó Bermúdez.