Si se vieran las carreras universitarias como el menú de un restaurante, los platos fuertes serían Ingenierías y Ciencias Económicas. Las disciplinas que conforman estas áreas están entre las más demandadas.
Estos campos de estudio graduaron a 25.404 universitarios entre el 2008 y el 2010. Para el 2013, el 96% de esos nuevos profesionales tenía trabajo.
La mayoría del ejército de arquitectos, ingenieros, topógrafos, administradores, contadores y demás profesionales de tales áreas encontraron un espacio en el engranaje laboral del país. Cerca de un millar (4%) no logró ese objetivo.
Entre los egresados de Ingenierías y Ciencias Económicas que consiguieron trabajo, uno de cada 20 realizaba labores no afines a su formación académica; es decir, un 5% (1.229).
Así lo muestra un análisis de la Unidad de Inteligencia de Datos de La Nación, con base en un estudio del Observatorio Laboral de Profesiones del Consejo Nacional de Rectores (Conare).
La investigación evaluó, en el 2013, la condición laboral de los 74.506 universitarios graduados entre el 2008 y el 2010.
Para el 2013, el desempleo de las siete carreras que componen el área de Ciencias Económicas oscilaba entre 0% y 5%.
El éxito de esas disciplinas radica en el dinamismo de la economía, puesto que todos los días se abre un negocio y eso demanda más profesionales, aseveró Carlos Palma, decano de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica.
“El desempeño de la economía todos los días va aumentando, poco o mucho. La economía nacional es globalizada, abierta, todos los días se generan nuevos emprendimientos, nuevos negocios”, resaltó Palma.
En el caso de las Ingenierías, 13 de las 15 profesiones tienen un desempleo de entre 0% y 7%.
Las áreas de Ciencias Económicas e Ingenierías abarcan 22 carreras, de las cuales solo dos tienen alto desempleo: Ingeniería Agropecuaria, con un 11%, y Diseño de Interiores, con 10%.
Al hacer una comparación entre las ocho áreas de estudio, en el extremo menos favorable se ubican Ciencias Sociales y Ciencias Agroalimentarias. Quienes se inclinaron por alguna de esas disciplinas encontraron muchas puertas cerradas. En ambos campos, la tasa de desocupación promedio fue de un 7%.