El Gobierno se volvió a lamentar ayer por una actuación de Fernando Herrero, en este caso su renuncia. En la otra acera, la oposición fustiga la tardanza de la salida del hoy exjerarca.
El jefe de Liberación Nacional, Luis Gerardo Villanueva, dijo que era una "lamentable renuncia" la de Herrero, pues afirmó que la reestructuración fiscal del país está "a medio camino".
La salida deja un vacío en el Gobierno, dijo el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, quien reconoció una actitud muy noble: "No quiere afectar el trabajo de la señora presidenta y prefiere hacerse a un lado".
El 26 de marzo, la presidenta Laura Chinchilla calificó de "lamentable descuido" el que Fernando Herrero y 11 ministros más del Gobierno tuvieran propiedades con valores desactualizados.
El presidente del Congreso, Juan Carlos Mendoza, rebatió el criterio de Villanueva y aprovechando el calor de las arenas legislativas, afirmó que Herrero "se tardó" en renunciar, pues su conducta era "el peor de los ejemplos".
Este criterio lo respaldó la diputada del Movimiento Libertario Patricia Pérez, quien advirtió a la clase política que en el país los escándalos "ya no duran tres días".
"La señora presidenta debe entender que no era suficiente con una regañada; es un tema que pasa por la ética", agregó Pérez, en alusión a los reclamos hechos al exministro en las redes sociales.
Esa molestia quedó reflejada en el perfil de Facebook de Herrero.
Otras reacciones fueron más de alivio, tanto dentro del PLN como en la oposición.
El jefe de Acción Ciudadana (PAC), Manrique Oviedo, aplaudió la salida, aunque consideró que lo hizo "un poquito tarde".
En tanto que el diputado del PLN, Fabio Molina, dijo que "la salida de Herrero era lo mejor para todos. Lo mejor para el Gobierno y lo mejor para él".