En Los Chiles, zona norte del país, el 70% de los hogares se deshace de la basura con fuego o enterrándola. A sus puertas no llega el camión municipal.
En San Jorge, en 6 de cada 10 de sus viviendas la forma de eliminar la basura es en una fogata.
Las cifras provienen de un estudio de La Nación, que a partir de datos del Censo 2011, construyó una base de datos para conocer cómo eliminan los desechos las casas en cada cantón y distrito del país.
Lejos. San Jorge está a unos 70 kilómetros del centro de Los Chiles, para llegar a este hay que transitar por un camino de lastre, cuenta Jacobo Guillén, gestor ambiental de la municipalidad local.
Esa es la razón que da el funcionario para justificar por qué hasta allí el ayuntamiento casi nunca envía el camión a recoger los residuos.
"No estamos cumpliendo con todas las casas, no tenemos dinero ni camiones. Tenemos un presupuesto de ¢800 millones anuales, ¢500 millones son para caminos y de los otros ¢300 millones, el 65% se va a planilla", explicó Guillén.
El funcionario afirmó que, pese a la falta de recursos, la cobertura del servicio de recolección de basura subió al 50%.
La Ley para la Gestión Integral de Residuos prohíbe quemar o enterrar los desechos ordinarios.
Quien lo haga se expone a una multa de 20 a 100 salarios de ¢379.000.
A Guillén la multa le parece bien, pero "no tengo gente para controlar eso. Y si no denuncian los vecinos poco se puede hacer", concluyó.