Una enfermedad con rostros cada vez más jóvenes y casos más graves y complicados debido a un diagnóstico tardío.
Esta es la nueva “cara” del virus de inmunodeficiencia humano (VIH) en Costa Rica.
Datos del Hospital San Juan de Dios, revelados ayer, y las estadísticas más recientes del Ministerio de Salud señalan que el 35,1% de los pacientes portadores del virus tienen entre 25 y 34 años, lo que los convierte en el grupo etario con más casos.
“El número de personas jóvenes nos preocupa mucho. Por lo general, la infección dura de seis a siete años en convertirse en enfermedad, así que muchas de estas personas se contagiaron siendo adolescentes”, comentó Ricardo Boza, médico infectólogo de la Clínica del VIH del Hospital San Juan de Dios.
Los expertos aseguran que hace 10 años estas infecciones no eran tan comunes a esta edad. En aquel entonces, los contagios comenzaban entre los 35 y 39 años.
“En educación sexual se está fallando muchísimo. La gente cree que el VIH y el sida ya no son tan graves y que las personas pueden vivir con él, cuando lo cierto es que es un virus que mata y que debe atenderse de inmediato”, explicó Boza.
Por ejemplo, solo en el San Juan de Dios las infecciones crecieron un 22% entre 2010 y 2011, al pasar de 132 a 170 nuevos casos.
Estos nuevos pacientes también tienen, principalmente, entre 25 y 34 años. El año pasado, el centro médico recibió 62 pacientes de estas edades, para un 36,47%.
Sin embargo, la preocupación no es tanto la cantidad de casos nuevos, sino la gravedad de estos.
Cerca del 55% de los casos de VIH que se diagnostican en el país ya son tardíos. Esta cifra es mayor a la del año pasado , cuando se hablaba de un 47%.
“Los pacientes nos llegan en estadíos muy, muy avanzados. Muchos ya terminales. Vienen ya con otras infecciones, como tuberculosis, hongos, diarreas, llegan desnutridos. Por más que nosotros hacemos todo por controlarlos, entre un 20% y un 25% muere”, dijo Boza.
Los médicos insisten en la importancia de realizarse la prueba de VIH, porque es la única forma de detectar a tiempo el virus y evitar complicaciones.
“Nosotros ya estamos viendo 15 casos nuevos por mes y muchos vienen muy graves. La semana pasada, por ejemplo, tuvimos a 12 personas internadas muy graves”, manifestó Antonio Solano, coordinador de la Clínica del VIH del Hospital Calderón Guardia.
“Recibimos población muy vulnerable: personas en pobreza o pobreza extrema, desempleados, con baja escolaridad. Vemos personas con historial de violencia o adicciones, todo eso dificulta el acceso a la salud”, afirmó Karina Warner, trabajadora social de la Clínica de VIH del San Juan de Dios.
Los especialistas afirman que aunque el VIH ya no es una sentencia de muerte y puede vivirse como enfermedad crónica, no puede bajarse la guardia, pues lo ideal es evitar del todo los contagios.
Tener una sola pareja sexual y utilizar siempre el condón ayudan a prevenir la enfermedad. Además, hacerse una prueba de VIH todos los años hace que se dé una detección más temprana que evite complicaciones y permita llevar a los pacientes una vida más normal.