Las personas que fueron vacunadas en 1976 para evitar una posible epidemia de gripe desarrollaron anticuerpos que los protegen de contagiarse contra la influenza AH1N1, y si se contagiaran, su enfermedad será más leve.
Así lo señala un estudio del Instituto de Investigación del Hospital St. Jude en Tennessee, Estados Unidos, publicado en la revista
Según los investigadores, esto se debe a que la genética del virus de 1976 se parece a la del AH1N1 y por eso se genera protección contra el nuevo virus.
La investigación se basó en pruebas de sangre realizadas a 116 personas; 46 de ellas recibieron la vacuna contra la gripe de 1976.
El análisis mostró que quienes se vacunaron en 1976 tenían un 88,8% menos de posibilidades de contagiarse de AH1N1 que quienes no recibieron dicha inoculación.
Además, durante el período de estudio solo dos personas vacunadas en 1976 (4%) se contagiaron con AH1N1, en comparación con 14 personas del grupo que no se vacunó (20%). Las personas que se habían vacunado en 1976 tuvieron una gripe mucho más leve que quienes no se vacunaron en ese entonces.
Más de 45 millones de estadounidenses recibieron la inoculación (casi la cuarta parte de la población de ese entonces). Sin embargo, el virus no salió del campo militar.
La vacuna después fue asociada con el síndrome Guillain-Barré, un trastorno en el que el sistema inmunológico se ataca a sí mismo y que puede generar graves secuelas como parálisis y problemas respiratorios y cardíacos.
Sin embargo, esta nueva investigación señala que la vacunación sí tuvo sus alcances positivos y también generó anticuerpos contra el virus que desató la primera pandemia del siglo XXI.