María Josefa Campos, Ana Flores, Lidia Jiménez y Maribel Romero tienen la oportunidad de recuperar sus vidas con calidad, gracias a los órganos de un donador cadavérico.
Además, las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) calificaron la jornada como un hito, pues es la primera vez que se realizan cuatro trasplantes con órganos de un solo donante y en un mismo día, el 4 de febrero anterior.
Campos recibió el hígado, Flores el corazón, y Jiménez y Romero un riñón cada una.
Para lograrlo, la presidenta de la Caja, María del Rocío Sáenz, narró a la prensa la forma en que se activó un plan institucional que puso a correr a cuatro equipos quirúrgicos, para luego pedir a las pacientes presentarse a la brevedad en el Hospital Calderón Guardia.
El director de ese centro médico, Arnoldo Matamoros, mencionó que en lo que va de este año los especialistas han realizado nueve trasplantes de órganos: dos de corazón, uno de hígado y seis de riñones.
Aunque la legislación actual no permite revelar datos sobre el donador, Rodrigo Chamorro, uno de los cirujanos, indicó que usualmente los donantes fallecen por accidentes traumáticos o derrames cerebrales, donde se les diagnostica muerte neurológica.
Un renacer. Pese a desconocer quién fue su donador, las cuatro mujeres se manifestaron muy agradecidas con su familia.
“Me siento viva nuevamente”, dijo Maribel Romero, de 37 años, quien recibió uno de los riñones.
Ella relató que la insuficiencia renal crónica la acompañaba desde los 13 años, y tenía más de dos a la expectativa del trasplante.
En el caso de Lidia Jiménez, el deterioro causado por la enfermedad renal casi la hizo perder la esperanza, agotada por las tres diálisis diarias que debía realizarse y casi un año aguardando por un nuevo riñón.
Para María Josefa Campos, a quien se le diagnosticó cirrosis, esa espera fue de dos años y medio. “Mi familia es de Upala y cuando me llamaron, yo tenía una hora de haber llegado a la casa de mis papás y tuvimos que correr para regresar de inmediato y poder estar al día siguiente en el hospital para alistarme”, contó.
Por último, Ana Flores fue quien recibió uno de los órganos más difíciles de sustituir.
Una enfermedad denominada miocarditis, que es causada por una bacteria que provoca una inflamación del corazón, dejaba un trasplante como su única opción para continuar viviendo.
Esta mujer de 52 años y madre de tres hijos se dice bendecida por el regalo de un desconocido.
‘Cuando me dijeron que tenía la infección, que ya no había nada que hacer, le dije a mi esposo que me llevara a morir a la casa, pero luego me fui esperanzando, me entregué a Dios y el día que me llamaron, me preparé espiritualmente, le dije a mis hijos que estuvieran tranquilos’, confesó Flores.
La jerarca de la CCSS aseguró que, si bien la cantidad de donaciones con pacientes cadavéricos ha aumentado, con 36 trasplantes este año de los cuales 26 fueron con órganos de una persona fallecida, en la lista de espera aún figuran 759 pacientes.
De esta cifra, la mayoría corresponde a córneas (560 personas), seguido de riñón (146), hígado (45) y dos que necesitan un corazón.
Además de resaltar la importancia de que las personas manifiesten su voluntad de donar, Sáenz afirmó que Costa Rica es uno de los países más exitosos en trasplantes, pues más del 80% de los pacientes siguen vivos tras el procedimiento, luego de cinco años.
El año pasado, la Caja realizó 344 trasplantes.