Consumir mandarina podría proteger contra la obesidad, la diabetes y la arteriosclerosis –principales causantes de la enfermedad cardiovascular–, al menos en ratones.
Un estudio realizado por la Universidad Western Ontario en Canadá, señaló que la mandarina contiene una sustancia llamada nobiletin, la cual evita la acumulación de grasa en el hígado y hace que los lípidos se “quemen” más rápido.
“El nobiletin es un compuesto fitoquímico que se halla comúnmente en las cáscaras de algunos frutos cítricos, como la mandarina. Dicha sustancia se ha estudiado principalmente por sus propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias”, explicó la nutricionista costarricense Nancy Murillo.
“Otra de las propiedades que se encuentran en estudio es su capacidad para disminuir los niveles de colesterol, para reducir la pérdida de memoria e incluso para el tratamiento del acné; sin embargo, no hay datos concluyentes”, agregó.
Al cabo de 16 semanas, el grupo que no recibió nobiletin desarrolló obesidad, colesterol y triglicéridos altos, azúcar en la sangre e hígado graso. El grupo que sí recibió la sustancia engordó levemente y sus niveles de colesterol, grasa y azúcar se mantuvieron normales.
“Los ratones tratados con nobiletin se protegieron de la obesidad y la arteriosclerosis. Necesitamos más estudios para ver si esto puede aplicarse a los seres humanos”, manifestó Murray Huff, coordinador de la investigación.
El científico añadió que los estudios en ratones no pueden extrapolarse a humanos porque son organismos muy diferentes que pueden reaccionar de forma distinta a una misma sustancia.
Para Murillo aún hacen falta delimitar ciertas cosas para concluir los beneficios de la mandarina en la salud de las personas.
“Un punto que es necesario tomar en cuenta, en caso de comprobarse estos beneficios, es la cantidad del químico que es necesaria para lograr el efecto deseado. Además, es importante determinar cuántas mandarinas deben consumirse aproximadamente para proveer lo necesario de esta sustancia”, concluyó.