Iniciar la vida sexual a edades muy tempranas representa un riesgo para la salud física y emocional de los adolescentes.
No obstante, la falta de información y de acceso a métodos anticonceptivos, hace que sea más fácil que los jóvenes incurran en prácticas riesgosas, como no protegerse durante las relaciones, tener más de una pareja o cambiar de relación constantemente.
No es el primer estudio en arrojar resultados similares.
Un informe anterior, de la misma clínica, halló que los muchachos manejan muchos mitos que los hacen más vulnerables a embarazos o enfermedades de transmisión sexual.
Los investigadores midieron dos aspectos: el nivel de conocimiento y el tipo de prácticas. Así se vio que solo el 21% de ellos conoce cuándo hay mayores posibilidades de un embarazo y el 38% cree que no puede haber concepción con un coito interrumpido.
Por otra parte, el 11% estima que la masturbación detiene el crecimiento físico o causa acné y el 17% cree que el VIH podría transmitirse en un baño público.
En otras áreas, los jóvenes estaban más informados; por ejemplo, el 94% es consciente de un riesgo de embarazo en la adolescencia y el 80% indicó que el lavado de genitales después de una relación sexual no protege de embarazos ni de enfermedades. Asimismo, el 84% sabe que aun usando condón, hay cierto grado de riesgo de embarazo.
Sobre las prácticas, el 47% de ellos se ha expuesto a la pornografía (el 78% tiene entre 10 y 15 años), y el 16% de los entrevistados manifestó haber tenido relaciones coitales.