Si al estudiar usted le cuenta de inmediato a alguien lo que aprendió, es probable que pueda recordar los detalles mejor y por más tiempo.
Un estudio de la Universidad de Baylor, en Estados Unidos, sostiene que esta técnica es más efectiva que leer las cosas dos veces o que tomar notas y luego estudiarlas.
Para llegar a esta conclusión los autores del estudio, publicado en la revista Learning & Memory , sometieron a una prueba de memoria a un grupo de estudiantes.
A ellos se les entregaron resúmenes de 24 segundos de 40 distintas películas. Se escogieron cintas extranjeras no comerciales, para asegurarse de que los participantes no las hubieran visto antes.
Todos los videos representaban actividades cotidianas y no generaban un gran impacto. Las escenas raras o muy dramáticas son más fáciles de recordar y, por ello, los investigadores querían eliminarlas.
Los científicos dividieron a los participantes en dos grupos. Al primero se le puso a hablar sobre los videos con los otros compañeros, y al segundo no se le dio esa indicación.
A la semana, se les pregunto qué información guardaban. Quienes hablaron del tema recordaban aspectos generales y detalles hasta un 50% más que los del otro grupo.
A quienes no recordaban del todo, los científicos les dieron una palabra clave (el nombre de un personaje, o de un lugar) y con eso, quienes habían hablado de las películas, recordaron hasta un 80% más información que quienes no conversaron con nadie.
La clave. Los investigadores suponen que la empatía es determinante a la hora de recordar una información.
Cuando queremos que otra persona entienda lo que le explicamos, nos esforzamos y eso nos obliga, inconscientemente, a estudiar más la información.
“Contarle a alguien lo que usted aprendió es más eficaz para entenderlo y recordarlo después. ¿Por qué? Pues, porque usted tiene que encontrar la forma de explicarlo para que alguien que no sabe del tema lo asimile. Es regenerar y reconstruir la información”, detalló Melanie Seekers, autora principal de la investigación.
“Si solo toma notas y después las lee, usted puede ser que no las haga tan a conciencia porque dice ‘yo me entiendo, nada más voy a poner palabras clave’. Entonces, su cerebro no las procesa lo suficiente. Cuando usted elabora para que alguien le entienda, su cerebro procesa mejor las ideas y eso facilita el recordar”, añadió.
Y concluye: “Hay personas que a veces creen no recordar, pero no es cierto que olvidaron todo. Lo que sucede es que es información que no está ‘de fácil acceso’. Una sola palabra o idea clave permiten recordar. La ventaja, si hablamos de un examen, es que en la gran mayoría de los casos esa palabra clave está en la misma pregunta”.
Los investigadores señalan que si usted no tiene a alguien cerca para explicarle lo aprendido, otra solución es hacer un cuestionario.
Eso sí, respóndalo a conciencia, con ideas completas y no solo con palabras clave. Piense que lo está escribiendo para alguien más. Si solo relee la información, no estará haciendo ese esfuerzo extra de explicar.
“Si realmente quiere memorizar algo, rétese a usted mismo. Trate de recordar detalles triviales, como el color de un vestido, o el nombre de un personaje secundario. Eso hará más fácil que recuerde las ideas centrales”, manifestó Seekers.
El próximo paso será ver los efectos de una memoria a largo plazo y cómo perduran los recuerdos después de 12 meses.