Marianela Gamboa
Psicóloga
La tan mencionada “ansiedad” es uno de los factores que boicotean los intentos por bajar de peso. Y la señalo entre comillas porque muchas personas la nombran como la causa que entorpece un buen plan de alimentación, les hace comer de más y a veces con culpa.
Teóricamente, puede entenderse como angustia o el comer por “emociones”; lo cierto es que si todo el mundo comiera solo por una necesidad biológica de alimentarse, en muchos casos, no habría ni sobrepeso ni obesidad.
Se publicó en el International Journal of Eating Disorders una revisión de resultados de varias investigaciones a lo largo de 30 años, en la que se afirma que la gente come para calmar sensaciones negativas y señalan cuatro principales: el enojo, la depresión, el aburrimiento y la soledad.
Desde este lenguaje popular, ¿qué será la tal “ansiedad”? ¿Será la misma para todo el mundo? En mi experiencia no; cada “ansiedad” nos trae un mensaje muy particular.
Hay personas que ni siquiera detectan la diferencia entre comer por hambre o comer por ansiedad; entonces, ¿qué pasa con la escucha de este cuerpo? Este dice que no necesita alimento; sin embargo, se insiste en comer.
Este acto contradictorio nos habla de un fenómeno psíquico digno de analizar, y que en la mayoría de los casos es uno de los orígenes del sobrepeso y obesidad.
Sin embargo, si usted se dedica únicamente a luchar contra la ansiedad diciéndose “no debo comer más”, es probable que esta le aparezca en otro momento hasta que escuche lo que le trata de decir.
Algunos mensajes de su “ansiedad” por la comida podrían tratar de decirle: “No estás contenta con tu pareja”, “estás angustiado por lo económico”, “te hace falta ese ser querido”, “estás aburrida”...
Los mensajes podrían ser muchos, el problema es que la mayoría no los escuchan, prefieren una pastillita que los silencie o cualquier distractor que le evite comer más.
¿Se calma o se enfrenta la ansiedad? Usted escoge, pero sepa que aunque aparenta ser su enemiga sigue siendo la alarma contra incendios en su vida. Por más que la trate de silenciar, ella esperará cualquier oportunidad para hablar o gritar… por eso, ¡escúchela!
marianelagamboa@racsa.co.cr