Washigton
Las autoridades estadounidenses anunciaron este miércoles directrices no vinculantes para la industria alimentaria y de la restauración para reducir la sal en sus productos, una medida que exigían desde hace mucho tiempo las autoridades médicas y grupos de consumidores.
"Toda los indicadores científicos muestran la necesidad de reducir los actuales niveles de sal que se consumen", señaló Susan Mayne, directora del Centro de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Agencia estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA).
De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), una disminución del 40% en el consumo de sal en la próxima década podría salvar 500.000 vidas en Estados Unidos y ahorrar cerca de $100.000 millones en gastos de salud.
Los estadounidenses consumen un promedio de 3.400 miligramos de sal de mesa por día, es decir, cerca de un 50% más de la cantidad máxima recomendada por los expertos médicos, fijado en 2.300 mg.
Las directrices propuestas para la industria por la FDA, con objetivos a dos y diez años, pretenden ayudar a los estadounidenses a reducir gradualmente la sal que consumen para llegar a 2.300 mg por día, precisó la agencia en un comunicado.
Las medidas apuntan a establecer objetivos razonables para reducir, de forma voluntaria, la sal contenida en la mayoría de platos y alimentos preparados cubriendo más de 150 categorías de productos que van desde los panificados hasta las sopas.
La FDA dijo confiar en que los objetivos a corto plazo de reducir el consumo de sal diaria a alrededor de 3.000 mg están al alcance de la mano.