Un examen de sangre podría ser clave para diagnosticar futuros problemas de memoria en mujeres mayores de 50 años. Investigadores estadounidenses hallaron la relación que existe entre un componente sanguíneo y este tipo de daño cerebral.
El estudio fue realizado por la Clínica de Mayo y publicado en la revista Neurology . En el trabajo participaron 95 mujeres que empezaban la menopausia.
A todas se les tomaron imágenes de resonancia magnética (IRM) del cerebro al comienzo del estudio. Posteriormente, algunas luego fueron puestas bajo tratamiento hormonal para contrarrestar los síntomas de la posmenopausia, mientras que las otras recibieron un placebo.
Durante los cuatro años que duró el estudio, se les tomaron periódicamente IRM cerebrales.
Exámenes de sangre comprobaron que las mujeres de niveles más altos de microvesículas trombogénicas (las plaquetas que causan una mayor coagulación de la sangre) eran más proclives a presentar pequeños daños cerebrales.
Estos daños cerebrales se conocen como “hiperintensidades de la sustancia blanca”. En las IRM aparecen como zonas blancas concentradas y son los causantes de la pérdida de memoria.
“La tendencia de la sangre hacia la coagulación puede contribuir a una cascada de eventos conducentes a la aparición de daños cerebrales en mujeres que acaban de ingresar en la menopausia”, comentó Kejal Kantarci, autora del estudio.
Evitar el desarrollo de esas microvesículas podría ser una forma de detener el avance de los daños cerebrales que desembocan en la pérdida de memoria.
Otro estudio, publicado en la revista Menopause, determinó que los problemas de memoria en mujeres posmenopáusicas son más graves al inicio del climaterio.
Ambas investigaciones aseguran que estos síntomas, además de ser comunes, son solo temporales.