Tener obesidad abdominal, es decir, que la circuferencia de la cintura mida más de 88 centímetros en las mujeres y de 102 centímetros en los hombres, ha sido asociado desde hace años con un mayor riesgo de padecer diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón, como infartos.
Esta semana, un nuevo estudio añade un mal a la lista: la llamada enfermedad pulmonar crónica obstructiva (EPOC).
La EPOC –un padecimiento muy común también entre los fumadores– se caracteriza por síntomas como dificultad para respirar, tos y bronquitis, en algunos casos, mientras que en otros se desarrolla enfisema pulmonar, un padecimiento que daña los pulmones paulatinamente.
La investigación , realizada por científicos en Alemania y Estados Unidos y publicada en la revista Canadian Medical Association Journal , reveló que las personas con obesidad abdominal tenían un 72% más de riesgo de desarrollar este mal pulmonar.
“Los depósitos de grasa local en el abdomen causan procesos de inflamación que no solo afectan las zonas de concentración de grasa. La inflamación puede entonces estimular los procesos en los pulmones que llevan al EPOC”, cita el documento.
Si bien el estudio apunta claramente hacia las personas de abdomen abultado, se hace la salvedad de que también algunos individuos muy delgados poseen un riesgo aumentado de EPOC.
Los investigadores sugieren que la desnutrición reduce la cantidad de masa muscular, y esto hace que los pulmones tengan menor capacidad para repararse, con lo que el riesgo del citado padecimiento se incrementa.
El estudio. Para llegar a estos resultados, los investigadores analizaron durante 10 años a 113.279 personas en Alemania y Estados Unidos entre los 50 y los 70 años.
Los científicos también estudiaron otros aspectos como peso, estatura, talla, hábitos alimentarios y cantidad de actividad física.
Al inicio del estudio, ninguna de estas personas tenía EPOC, cáncer ni enfermedades cardíacas.
Durante el decenio de seguimiento, 3.648 personas desarrollaron EPOC.
Las personas con circunferencia abdominal amplia (al menos 88 centímetros en mujeres y 102 centímetros en hombres) tuvieron un 72% más de propensión a desarrollar este mal.
El daño causado a los pulmones era todavía mayor en las mujeres con una circunferencia de cintura mayor a los 110 centímetros y en los hombres con más de 118 centímetros de circunferencia abdominal.
“Nuestros hallazgos sugieren que no solo debe promoverse el dejar de fumar (o no comenzar a fumar) como prevención de la EPOC. El control de la circunferencia de la cintura debe estar incluido, y esto implica aprender a comer saludablemente y realizar actividad física”, manifestó en un comunicado de prensa Gundula Behrens, una de las investigadoras.