¿Ha escuchado hablar de artritis psoriásica? El término puede parecer raro pero esta enfermedad es más común de lo que muchos se imaginan. Sin embargo, su diagnóstico es poco frecuente.
Se trata de un mal que se desarrolla entre quienes padecen psoriasis (enfermedad de la piel relacionada con descamación e inflamación ), que afecta distintos tipos de articulaciones y que puede progresar hasta provocar deformaciones y limitación física. Una articulación es la unión entre dos o más huesos, entre un hueso y un cartílago o bien, entre hueso y dientes.
De acuerdo con el especialista en reumatología, Enrique Soriano, la artritis psoriásica se desarrolla en alrededor del 30% de los pacientes que tienen psoriasis y suele aparecer unos 10 años después de que inician los problemas dermatológicos. Se calcula que la prevalencia de esta enfermedad es del 0,5% al 1,5% de la población.
"Muchas veces se confunde con una artritis reumatoidea o con la artrosis. Si la confusión sucede con la artritis reumatoidea no es un problema tan grave porque comparten algunos tratamientos, pero con la artrosis sí, porque los tratamientos son completamente diferentes", explicó el médico.
Los medicamentos correctos incluyen antiinflamatorios suministrados por un médico especialista, así como tratamientos biológicos (anticuerpos que bloquean fuentes de inflamación). La automedicación es una práctica sumamente riesgosa.
Diagnóstico oportuno
Soriano apuntó que, de no tratarse adecuadamente, tras 10 años de padecer artritis psoriásica, alrededor del 60% de los pacientes tienen más de cinco articulaciones deformadas.
"De ahí la importancia de hacer un diagnóstico temprano. Si alguien tiene psoriasis y presenta dolores articulares de cualquier tipo, debe comentárselo al dermatólogo", aseguró. Luego, puede ponerse en contacto con un especialista en reumatología.
Según Ricardo Sáenz, presidente de la Asociación Costarricense de Reumatología, un malestar al que se le debe poner mucha atención es al malestar lumbar (en el área de la cintura).
"El dolor se presenta en el paciente antes de los 40 años de edad, en forma progresiva, no mejora con reposo pero sí se alivia con el ejercicio. Se trata de un dolor también nocturno, que puede despertar a la persona, quien al levantarse se siente mejor", añadió Sáenz.
Otros síntomas de este padecimiento podrían ser daños en las uñas, la anemia y la fatiga.
"En ocasiones, la artritis psoriásica puede afectar a otras partes del cuerpo diferentes de las articulaciones como pueden ser el ojo o el hueso. En este último, las lesiones aparecen principalmente en la inserción de los tendones y de los ligamentos. Es frecuente la inflamación de la inserción del tendón de Aquiles en el hueso calcáneo (talón)", aclaró la Sociedad Española de Reumatología en su sitio web.
Sáenz, también menciono que existen algunos aspectos que pueden potenciar el riesgo de sufrir este mal y a los cuales debe prestársele atención: tener familiares con psoriasis y la presencia de un factor genético.
En caso de duda, lo mejor será siempre consultar con un especialista.
Otra enfermedad reumática de cuidado: la espondilitis
Aparte de la artritis psoriásica, los reumatólogos llaman la atención sobre otra enfermedad que también está poco diagnosticada en el país: la espondilitis.
Así que si una persona presenta dolor de espalda continúo, durante muchos meses y a diario, lo mejor es sospechar que el caso podría ser más que una lumbalgia.
La espondilitis, es una enfermedad que causa dolor e inflamación en las articulaciones que se ubican entre las vértebras y las de la región en donde la columna vertebral se encuentra con la pelvis.
De acuerdo con Soriano, cerca del 70% de los pacientes que padecen este mal de una forma severa pueden reducir su movilidad y por ende su calidad de vida.
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Usualmente afecta más a hombres menores de 40 años, pero también puede presentarse en mujeres.
"Son pacientes que están peor cuando permanecen quietos. Cuando se levantan, después de estar mucho rato sentados, prácticamente no se pueden mover; con la actividad física sienten mejoría", explicó.
De acuerdo con Soriano, si esta enfermedad no se trata a tiempo su evolución puede llegar a provocar una rigidez muy marcada en la columna y afectar a futuro la cadera o rodillas.
"Esta también está muy subdiagnosticada, son pacientes que van dando vueltas por distintos consultorios. Se hacen resonancias, se les detectan hernias, son operados y, aún así, no terminan de mejorar", relató el médico.
La sugerencia ante estos síntomas es acudir a un reumatólogo, pues muchos pacientes optan primero por quiroprácticos y medicinas alternativas en busca de alivio pero esto solo retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuado, aclaró el especialista.