Una enfermedad propia o de un ser querido, la muerte de un familiar o una ruptura amorosa, son golpes emocionales que, aunque uno dice dejar en la casa, lo acompañan todo el día y afectan el trabajo.
Estas situaciones pueden reducir el rendimiento laboral de las personas hasta en un 35%.
Así lo concluye un estudio de la Universidad de Alberta, en Canadá, publicado por la revista Journal of Behavioural Health .
“Sabemos que debemos separar la vida personal de la vida laboral, pero, al llegar a nuestro lugar de trabajo no dejamos de ser la misma persona que salió de casa. Nos sentimos tristes si enfrentamos una muerte, o decepcionados porque un amor no funcionó, y todo eso impacta en el trabajo de alguna forma. En algunas personas será más y en otras menos, pero habrá impacto”, señaló, en un comunicado de prensa, Alexander Jackson, quien participó en la investigación.
Para el especialista en psicología laboral, el español Bernardo Moreno, cuando se dan estas situaciones es recomendable buscar apoyo con los compañeros de trabajo y jefes, así como tomar un par de días de descanso.
“Lo mejor es hablar del asunto con los compañeros y jefes, y buscar un apoyo en ellos. Se puede crear, en conjunto, un plan de trabajo de forma que no se eludan las responsabilidades, pero que la persona tampoco se vea tan afectada”, dijo Moreno a La Nación .
Los agravantes. Cuando en un medio laboral el recurso humano es poco y la carga de trabajo es mucha, las condiciones pueden ser peores para quien está pasando por una etapa difícil.
“Desgraciadamente, los ‘soldados rasos’ pueden hacer poco si las jefaturas o dueños de la empresa no quieren cambiar su visión y sus exigencias. En este sentido, debemos hacer el llamado a quienes ocupan puestos de jefatura para que reconozcan los derechos de sus trabajadores y todas las cargas negativas del estrés”, indicó Moreno.
El especialista advierte que para quienes sufren un golpe emocional las consecuencias del estrés pueden ser mayores.
Estas personas pueden terminar padeciendo males como gastritis, colitis, depresión, ansiedad, además de que su autoestima se ve afectada.
Una posible solución para mejorar el ambiente de todos los empleados es pasar a un sistema en el que el trabajo se desarrolle por objetivos y no solo por horarios, sugirió Moreno.