La ausencia de un papá durante los períodos críticos de crecimiento conduce a adultos con habilidades sociales y de comportamiento deterioradas.
Así lo afirma una investigación de la Universidad McGill, en Canadá, que relacionó la ausencia del padre con atributos sociales y con cambios físicos en el cerebro.
“Hemos utilizado ratones porque, como los humanos, son monógamos y crían a sus hijos juntos en pareja. Por eso, los resultados son muy relevantes para los humanos", dijo la autora principal del estudio, Gabriella Gobbi, en el sitio de la universidad.
Francis Bambico, otro de los autores, detalló que, para realizar el estudio, controlaron su entorno con el fin de igualar factores que diferían entre ellos y de lograr que los datos fueran más fáciles de interpretar.
Los investigadores vieron que los ratones criados sin papá tenían interacciones sociales anormales y que eran más agresivos que sus homólogos criados con ambos padres.
Estos efectos fueron más fuertes en las crías hembras que en sus hermanos machos.
Adicionalmente, vieron, en los ratones que crecieron sin papá, defectos en la corteza prefrontal, parte del cerebro que ayuda a controlar la actividad social y cognitivo.