Las mujeres que roncan tres o más noches a la semana durante el embarazo tienen más riesgo de tener complicaciones en el parto, incluyendo nacimientos por cesárea y bebés más pequeños que el promedio.
Así lo asegura un estudio de la Universidad de Michigan, en EE.UU., que analizó datos de 1.673 mujeres embarazadas entre 2007 y 2010.
La investigación concluye, además, que las “roncadoras crónicas” ---mujeres que roncan desde antes del embarazo---- tienen 66% más de probabilidades de tener bebés con bajo peso en comparación con las que no roncan. Además, corren el doble de riesgo de necesitar una cesárea electiva.
De acuerdo con los investigadores, el ronquido es un signo clave de la apnea obstructiva del sueño, que es un problema respiratorio.
Entre sus consecuencias figuran el mal dormir y una reducción en los niveles de oxígeno en la sangre durante la noche asociado con problemas de salud graves.
En el sitio de la universidad, los científicos recalcaron la importancia de monitorear si las embarazadas con problemas para respirar mientras duermen.
"Si durante el embarazo podemos identificar los factores de riesgo que pueden ser tratados, como la apnea obstructiva del sueño, se puede reducir la incidencia de bebés pequeños, de cesáreas y de admisiones hospitalarias”, concluye el estudio.