Dentro de los costarricenses que harán la peregrinación a la basílica de los Ángeles hay quienes tienen una o más enfermedades crónicas.
Los farmacéuticos les tienen un mensaje: si su caminata es de poco más de ocho horas, es muy posible que sus medicamentos deban hacer la romería con usted.
“No es negociable dejar de tomar medicamentos ni por un solo día, mucho menos cuando usted tendrá ese día más actividad física de la que usualmente realiza”, explicó Larry Ramírez, del Colegio de Farmacéuticos.
“Si las personas abandonan este tratamiento, aunque sea por un día pueden sufrir descompensaciones mientras realizan la caminata, que pueden traer aumentos de presión arterial, subidas de azúcar y hasta desmayos”, añadió.
Según Ramírez, hay dos tipos de romeros: quienes viven relativamente cerca y hacen una caminata de menos de seis horas, o quienes deben salir con varios días de antelación, pues recorren el trayecto, inclusive, desde sectores fronterizos.
“Quienes hacen romería desde Guanacaste o desde San Carlos o San Vito, deben tener en cuenta que su organismo se va a cansar más, que deben programar más ratos de descanso y que el tratamiento médico debe seguirse al pie de la letra”, aseveró el especialista.
¿Qué hacer? Si usted va a hacer una romería corta, de unas cuatro o cinco horas, y toma una pastilla, por ejemplo, cada ocho horas y otra cada 12, Ramírez recomienda programar la caminata en los periodos que están entre esas ingestas, para que así usted pueda ir y regresar sin necesidad de llevar ninguno de los fármacos con usted.
Pero, ¿cómo debe cuidarse una persona cuando lleva sus medicamentos a la romería? Ramírez da varios consejos.
1- Consulte primero con su médico si puede hacer la romería. No exponga su salud.
2- No saque las pastillas de los blíster. Pueden estar expuestas a altas temperaturas, suciedad y lluvia, y esto puede alterar su composición. Además, en caso de una emergencia, un paramédico no podría saber con certeza cuáles son los medicamentos que la persona ingiere.
3- Proteja su tratamiento. Llévelos en un recipiente plástico que los proteja de la lluvia y el viento, y guárdelos en su bolso. Si lleva fármacos que deben conservarse en forma especial, pídale recomendaciones a un farmacéutico para transportarlos de forma segura.
4- Lleve los medicamentos etiquetados. Esto es principalmente por si hubiese una emergencia. Así, quienes lo atienden podrán saber el nombre de los fármacos que está tomando para tratarlo mejor.
5- Haga una lista de los fármacos que debe tomar durante su caminata. Esto puede ayudarle a recordar mejor qué es lo que debe tomar y cuándo.
6- Programe los recesos para que coincidan con los momentos de tomarse las pastillas. Así tendrá un mejor momento para hacerlo con más calma, con suficiente líquido. Si no puede tomarse un medicamento con el estómago vacío, busque recesos para comer algo liviano.
7- No se automedique. No tome alguna pastilla que le recetaron a su hermana, vecina o tía. Un dolor de cabeza en usted puede sentirse muy similar al de un amigo, pero las causas pueden ser distintas y requieren fármacos distintos.
8- No consuma ni acepte medicamentos que puedan ofrecerle durante el trayecto. Estos pueden complicar su salud.
9- Si se siente mal, pare. No se fuerce. Si es del caso, suspenda la romería para no exponerse.