Marianela Gamboa Méndez
Nutricionista
Para algunos, la decisión de dejar comida en el plato depende de si la comida estaba apetitosa o no, de si hacerlo podría agradar o desagradar a quien la preparó y, de repente, hasta podría surgir una sensación de culpa ante tal encrucijada. Sin embargo, existen elementos inconscientes que podrían estar decidiendo por usted: ¿Me lo como todo… o dejo lo que ya no quiero?
Uno de los más comunes lo podrá encontrar en la historia de su infancia. Basta con preguntarse: ¿quién solía darle de comer?, ¿qué le decían respecto a “dejar comida en el plato”? Muchas personas con sobrepeso cuentan que dejar comida en el plato era castigado como un pecado, pues se les hacía ver que había gente que no tenía qué comer. O puede ser que en su propia infancia vivieron angustias económicas y la comida estuviera restringida, de modo que dejar un solo grano de arroz sería un grave insulto a su pasado. En el American Journal of Public Health publicaron un estudio hecho con mujeres, donde se hace evidente la relación entre los malos hábitos de alimentación y el haber tenido un pasado con privación de comida.
Resulta que en el “simple” hecho de escoger “no dejar nada en el plato”, podría estar presente no solo toda su historia de vida con la comida (“¡Tiene que dejar el plato limpio!”, le ordenaban quizá), sino también uno de los posibles orígenes de su peso de más.
Sin embargo, ni lo que usted deje de comida en el plato se lo va a comer ahí mismo el que lo esté necesitando, ni por comerse lo que ya no quería va a cambiar ese doloroso pasaje de su vida. Todo lo contrario, la tragedia de ambos escenarios continúa, y ahora se suma otra persona más que sufre a causa de la comida: alguien con sobrepeso y sus enfermedades asociadas: usted.
Entonces, algunos detalles podrían ayudarle: no servirse en exceso para evitar el desperdicio y ayudar de alguna forma a los que sufren por escasez de comida, de modo que cumpla su intención de ser solidario(a), pero sin hacerle daño a su cuerpo.
Pero tal vez, antes de decidir si es bueno o malo dejar comida en plato, pregúntese si aún sigue siendo un niño al que le indican lo que debe hacer con su comida, o si ya podría preguntarle a su cuerpo adulto hasta cuánto le hace bien comer.