El próximo 11 de diciembre cumplirán su primer año de vida y en fechas cercanas a esta los siameses Samuel y Ezequiel, quienes nacieron unidos por la cabeza, serán separados.
En su casa, en Oreamuno de Cartago –lugar donde se mudaron desde Fila Pinar de Coto Brus para estar más cerca de los hospitales– sus padres optiman los cuidados para estar listos cuando llegue el momento.
“Aún no nos han dado la fecha exacta, pero nos dijeron que será en la primera quincena de diciembre. Estamos preparados para que nos llamen en cualquier momento porque sabemos que los tienen que internar unos días antes”, comentó Evelyn Badilla, madre de los bebés.
La evolución de los hermanos es favorable. Tienen buen peso y buen tamaño, y, aunque Samuel es mucho más delgado que su gemelo, ambos tienen un muy buen estado de salud y un desarrollo normal para su edad: sus primeros dientes ya se ven claramente y se les escucha balbucear.
Con solo una simple mirada se puede ver dos personalidades muy distintas: Ezequiel es inquieto, curioso, le gusta moverse y ver de dónde proviene cada ruido. Mientras tanto, Samuel es más calmado, más analítico, se queda viendo fijamente a las personas que tiene alrededor.
“Yo me imagino que dentro de unos años yo voy a estar tranquila sentada viendo televisión con Samuel y Ezequiel va estar pegando brincos y corriendo frente a la pantalla”, aseguró Badilla entre risas.
Cirugía de separación. La Nación intentó conversar varias veces con algunos de los médicos que tienen a cargo esta intervención, pero no fue posible. Sin embargo, los padres de estos pequeños ya tienen una idea de cómo será este procedimiento.
Ellos no comparten el cerebro ni el cerebelo, lo que facilita la cirugía, pero también debe hacerse pronto, pues si pasa mucho tiempo, sus cerebros podrían unirse.
Desde hace cuatro meses, los médicos colocaron expansores en sus cabezas para así “alargar” la piel y no “tocar” tejidos que puedan comprometer la vida o el desarrollo de los menores.
“Nos dijeron que son más de diez los doctores que van a estar en la separación; en varios turnos porque son como unas 20 horas de operación. Primero los neurocirujanos hacen la separación e inmediatamente entra la gente de cirugía plástica para hacer la reconstrucción”, explicó Stallin Núñez, padre de los siameses.
“De hecho, nos contaron que ese día tienen separadas varias salas para esta operación. Incluso un neurocirujano pensionado va a asumir en caso de que llegue alguna emergencia, para que los demás puedan estar en la separación”, añadió el joven.
Badilla añade: “nos espera una cirugía larga y luego un proceso de recuperación que puede tomar meses. Pero nos da mucha ilusión saber que ya para Navidad van a estar separados”.
Ambos padres están sin trabajo y piden ayuda. Puede depositar en las cuentas 290-20322-0 del Banco de Costa Rica, a nombre de Stallin Núñez, o 01-075-076725-7 del Banco Nacional, a nombre de Evelyn Badilla.