Las muertes por sida, tuberculosis y malaria registraron, entre 1990 y el 2013, el mayor descenso en mortalidad de la historia.
Así lo señala un estudio realizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y publicado este martes en la revista médica The Lancet .
El reporte asegura que las mejoras en el conocimiento de tales enfermedades infecciosas han llevado a tratamientos más eficaces y un número cada vez mayor de pacientes tiene acceso a ellos.
Otro factor determinante han sido las campañas de prevención, gracias a las cuales cada vez menos personas resultan contagiadas. Por ejemplo, en el caso del sida, las muertes pasaron de 1,7 millones por año a 1,3 millones.
En la malaria, el más alto pico de decesos se presentó en el 2004, con 1,2 millones de fallecidos; para el 2013, se bajó a 627.000.
“Hemos notado un aumento grande en la inversión y la atención dadas al VIH, la tuberculosis y la malaria en los últimos 13 años.
”Nuestros hallazgos dejan en evidencia que la decisión de enfocarse en estas enfermedades ha tenido un impacto real”, manifestó en un comunicado de prensa Christopher Murray, coordinador del estudio. “Sin embargo, quedan por hacer muchos esfuerzos”, aseguró el especialista.
Pendientes. El reporte de The Lancet afirma eso mismo: que la lucha contra estas enfermedades tiene muchos retos todavía.
Por ejemplo, el VIH aún es gran causante de enfermedad en África y el sureste de Asia, donde la pobreza hace más difícil el acceso a los tratamientos.
Sobre la tuberculosis, el documento indica que, aunque las muertes por esta enfermedad son cada vez menos, el número de nuevas infecciones se encuentra más bien en aumento: se pasó de 8,5 millones de casos en 1990 a 12 millones en el 2013.
Por su parte, en lo que a malaria se refiere, hay tres países que registran la mitad de las muertes en el mundo: Nigeria, Congo e India, y sobre esos tres países debe trabajarse.
“Se necesita monitorear, específicamente por países, los casos y muertes por estas enfermedades para ver dónde están las mayores necesidades y, con base en ello, trabajar”, comentó Murray.
Estas tres enfermedades siguen constituyendo un reto para la salud pública en el mundo, por lo que diversos análisis de este tipo se publican cada dos años.