Centenares de tortugas baula salieron de sus huevos, en los últimos seis meses, en playa Junquillal –Santa Cruz, Guanacaste– en una de las temporadas de anidación más exitosa en los últimos años.
La mayoría de los 886 quelonios nacieron en un vivero del proyecto Conservación de Baulas del Pacífico, de la Organización Mundial de Conservación (WWF).
Esta iniciativa permite que un grupo de voluntarios traslade a una zona cercada, donde se controla la humedad y la temperatura, los nidos de tortugas que encuentran en la playa para ayudar a la supervivencia de los reptiles.
En la temporada, que se inició en octubre, se detectaron 25 nidos a los cuales se les dio protección.
Solo se reportó un nido saqueado y se tuvo un porcentaje histórico de eclosión –rompimiento– de huevos del 62%.
Según Gabriel Francia, coordinador del proyecto de WWF en la zona, “en esta última temporada (que se inició en octubre del 2007), Junquillal ha sido probablemente la más importante playa de anidación secundaria de baulas en Centroamérica, debido a la cantidad de nidos detectados y al éxito en el número de nacimientos”.
La temporada de desove de la tortuga baula en el Pacífico se inicia en octubre, con altos picos en diciembre y enero.
Marta Pesquero, funcionario del programa marino de especies de WWF, explicó que las lluvias que cayeron en Guanacaste a fin de año prolongaron el período de desove.
“En el mes de abril todavía aparecieron tortugas en la playa, cuando normalmente en marzo dejan de visitarla. Esto es algo muy raro”, dijo Pesquero. Agregó que aún se espera el nacimiento de las tortugas del último nido.
La tortuga baula es una especie en grave peligro de extinción, pues en los últimos 27 años se ha perdido el 90% de la población.