Thomas Stocker pesa cada una de sus palabras antes de que estas salgan de su boca. Quizá es consciente de que encierran evidencia científica que servirá para tomar decisiones, y por eso las mide.
El suizo copreside el Grupo de Trabajo I (WGI, por sus siglas en inglés) del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), cuya labor se centra en reunir toda la información científica necesaria para entender el cambio climático.
En octubre, Stocker se medirá con otros colegas de Corea, Bélgica, Austria y Estados Unidos, por la presidencia del IPCC , la máxima entidad científica en el tema.
Este es un extracto de la conversación que mantuvo Stocker con La Nación, en su reciente visita a Costa Rica:
¿Por qué debemos invertir en ciencia del clima?
El cambio climático es un fenómeno que toca a todos los países y los tomadores de decisión deben usar, de la mejor manera, los recursos a su disposición.
”Para ello, las decisiones deben basarse en evidencia y esta es provista por la ciencia.
”Es claro que si se habla de retos locales, pues deberían ser los propios científicos del país quienes informen a los políticos, porque saben la historia de la región, conocen detalles sobre la influencia e impactos, y viven en el país, por lo que tienen la mejor información al alcance.
”Por esa razón, es absolutamente crucial que los países tengan actividad científica relativa a cambio climático”.
Entonces, ¿convendría ampliar la perspectiva e incluir a las ciencias sociales y económicas?
Tenemos muchos países con diferentes niveles de exposición al cambio climático y vulnerabilidades. Por eso, necesitamos científicos que trabajen en su país, tanto en temas físicos como biológicos, e incluso sociales y económicos.
”Pero, antes de adentrarnos en el aspecto socioeconómico, necesitamos números (como saber cuánto ha cambiado la precipitación en el tiempo) y, una vez que los tengamos, entonces, podemos ver lo social y económico.
”Necesitamos tener el panorama completo. No podemos resolver el dilema del cambio climático, enfocándonos en una única disciplina. El abordaje debe ser interdisciplinario”.
Para usted, el IPCC debería ser más inclusivo. ¿A qué se refiere con eso?
Con inclusivo, me refiero no solo a incluir diferentes disciplinas científicas, sino también a la variedad de naciones que están expuestas y son vulnerables al cambio climático, que, además, tienen diferentes niveles de desarrollo.
”Con inclusivo, también me refiero a asegurarnos de tener representación de las comunidades científicas alrededor del mundo en el IPCC”.
¿Cómo podemos contribuir los costarricenses a esa visión de inclusividad del IPCC? ¿En cuáles temas podemos aportar al conocimiento científico?
Estamos muy interesados en conocer cómo es el cambio climático en las zonas tropicales y, ustedes, como país, están expuestos a muchos aspectos del cambio climático como temperaturas y precipitaciones, eventos extremos e incremento en el nivel del mar.
”Buscamos información sobre los impactos en su país que puedan explicarnos lo que pasa en otros países con clima similar.
”El otro tema es en lo socioeconómico. Científicos que nos puedan explicar cómo este país se ha desarrollado a partir de políticas ambientales, es una contribución invaluable para entender cómo enfrentarnos al cambio climático y manejamos los retos”.
Usted suele decir que la ciencia debe ser comprensible.
Absolutamente. Lucho porque eso sea así. La prueba de eso es el resumen para tomadores de decisión que hicimos en el WGI.
”Cada sección del documento trae un enunciado que resume su contenido y, como periodista, me imagino, que aprecia el lenguaje simple y accesible por parte de los científicos y, precisamente, de eso se trata.
”Usted no se va a encontrar demasiados números en esos enunciados; esos los encuentra en los párrafos. La idea es que si usted sustrae todos esos enunciados, pueda informarse, con apenas dos páginas, de todo.
”El poder de cada una de esas oraciones recae en que fueron pensadas para los tomadores de decisión, lo que significa que los Gobiernos las han revisado, consensuado y aprobado, palabra por palabra.
”Frases, como ‘la influencia humana en el sistema climático es clara’, resumen la evidencia científica de los últimos cinco años y los Gobiernos la aprobaron como cierta.
”Creo que esta forma de comunicación, basada en números, debería estandarizarse en el IPCC para cualquier producto”.