A la intemperie, un envase de tetrapak demora 35 años en degradarse. En cambio, reciclarlo apenas tarda cinco minutos en la planta de Dos Pinos.
La ventaja es que el tetrapak está constituido por un 70% de cartón, un 25% de polietileno (plástico) y un 5% de aluminio.
Eso permite que, al pasar los envases por la máquina llamada “despulpador”, el agua separe el papel del plástico y el aluminio.
La pulpa de papel se procesa y se envía a una cartonera para reutilizarla en la confección de hojas, cuadernos y cajas.
El plástico y el aluminio se pica en un molino para luego colocarlos en un molde (corrugado o liso) donde se recubren con teflón. El molde se coloca en la prensa donde se hornea en planchas calientes a una temperatura de 180 °C que lo comprimen.
Se dejan enfriar y luego ser cortan para darles una medida estándar. Se ofrecen dos opciones: 7 milímetros y 9 milímetros de espesor.
Esa lámina de aglomerado de polialuminio se conoce con el nombre de Reciclam y para confeccionarla se requieren 1.800 empaques.
Según Marcela Retana, encargada de la planta, se producen 30 láminas en ocho horas de trabajo.
Múltiples usos. Este aglomerado de polialuminio es impermeable y posee una alta resistencia a la flexión, también aísla el sonido y el calor.
Son fáciles de cortar y se pueden clavar, atornillar o remachar; resisten el silicón y el pegamento.
Esto permite que, aparte de pupitres, estas láminas sirven como material para la fabricación de escritorios, sillas y bibliotecas. También se pueden usar en cielorrasos, techos y paredes así como construirle una casa al perro.
Según Retana, no requieren mayor mantenimiento y pueden durar unos 15 años a la intemperie con la ventaja de que pueden reciclarse nuevamente.
Cualquier persona puede adquirirlas en los almacenes agroveterinarios de la cooperativa.
Más envases. Mensualmente, Dos Pinos envía unas 300 toneladas de envases al mercado y apenas recuperan un 6% de los empaques generados por la empresa, aunque sí recupera unas 20 toneladas que incluyen envases de otros.
En este sentido, el reto se enfoca en la recuperación de empaques ya que la planta de reciclaje tiene capacidad para procesar unas 90 toneladas al mes.
“Por eso, el programa ‘Un pupitre para tu escuela’ es importante. Los niños consumen productos envasados en tetrapak todos los días en su merienda y creemos que ellos pueden ayudarnos”, comentó Ana Laura Vásquez, gerente de Sostenibilidad de Dos Pinos.
Aparte de las escuelas, la cooperativa cuenta con una red de 500 entidades que funcionan como centros de acopio.