En los últimos días, los turistas han reportado decenas de peces globo muertos en playas guanacastecas como bahía Culebra, Hermosa y otras en los cantones de Liberia y Carrillo. Dicha situación podría deberse a un súbito enfriamiento de las aguas.
"Hay decenas de peces globo muertos en las playas de bahía Culebra. El martes 24 de enero, por ejemplo, había montones en Nacascolo. Los lugareños dicen que el mar se enfrió y por eso murieron", comentó Patricia Leitón, quien vacacionaba en Guanacaste en estos días de principio de año.
"En unos 20 minutos, recogimos cerca de 50 peces muertos en un radio de cinco metros", detalló.
Juan José Alvarado, biólogo marino e investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), confirmó haber recibido reportes y manifestó que no es la primera vez que ocurre este fenómeno.
"Con el afloramiento, a veces hay enfriamientos muy intensos y súbitos. Baja la temperatura muy rápido y mueren los organismos", explicó Alvarado.
¿Por qué sucede?
El afloramiento ocurre porque la cordillera volcánica de Guanacaste no es continua, sino que entre volcanes existen amplios espacios por donde los fuertes vientos -que soplan desde el Atlántico- no encuentran obstáculos y adquieren velocidad.
Al llegar al océano, esos fuertes vientos son capaces de desplazar la capa superficial del agua, donde las temperaturas son más cálidas. Debido a ello, emergen aguas profundas que son más frías y ricas en nutrientes.
"Ya ha pasado otros años. Inclusive, la temperatura ha bajado más que esta vez. Por ejemplo, en esta oportunidad, la temperatura bajó de 20 °C a 16 °C en seis horas. Otros años ha bajado hasta 12 °C con graves eventos de blanqueamiento en corales. Recuerde que estamos en año de La Niña (faceta fría del fenómeno El Niño Oscilación del Sur o ENOS) y el afloramiento se intensifica", continuó el científico.
ENOS nace de la interacción de las aguas superficiales del océano con la atmósfera. Cuando hay un calentamiento anormal de las aguas se le llama El Niño y cuando más bien hay un enfriamiento, se conoce como La Niña.
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"El Niño y La Niña son necesarios para el planeta porque ayudan a que ciertas zonas no se calienten o enfríen más de la cuenta. Es decir, permiten una mejor distribución del calor y estabilizan las temperaturas", describió Luis Fernando Alvarado, meteorólogo e investigador del departamento de Climatología del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), en declaraciones anteriores a La Nación.
Según el meteorólogo, es usual que, después de un fenómeno de El Niño muy fuerte como el experimentado en 2015 y 2016, siga un fenómeno de La Niña.