Varsovia, Polonia. “#Volveremos”. En la espalda de más de ochocientos activistas de organizaciones ecologistas, sindicales, de género y religiosas se leía esa palabra impresa sobre un papel blanco.
Ellos, preocupados por el planeta, iniciaron ayer el regreso a sus países, pero ya prometen prepararse y seguir con la lucha en la próxima cumbre del clima que tendrá lugar en Lima, Perú, en el 2014.
Ante lo que consideran un obstinado bloqueo de las negociaciones por parte de ciertos países desarrollados, casi la totalidad de la sociedad civil –encabezada por organizaciones como Greenpeace, WWF, ActionAid y Oxfam– se retiró ayer de la Cumbre Climática 2013 (COP-19), pero con la promesa de regresar más fuertes.
“Hemos dicho una y otra vez que el proceso va mal. Parece que los países desarrollados tienen un problema de audición”, recalcó Kumi Naido, director de Greenpeace International.
La sociedad civil ha criticado fuertemente el desarrollo de la actual cumbre que termina hoy.
Entre otras cosas, se ha criticado que petroleras como Lotos patrocinen el evento, que el anfitrión Polonia sea el noveno país exportador de carbón del mundo y que la Cumbre de Carbón se celebrara en Varsovia de manera paralela a la COP-19. Además, recriminaron a Gobiernos, entre ellos Japón y Australia, su postura durante estas dos semanas.
Ambos han reducido sustancialmente sus metas de emisiones y los australianos fueron casi unánimemente señalados como culpables del bloqueo en las conversaciones sobre daño y pérdidas, la madrugada del martes.
Tras sentir que sus advertencias no son escuchadas, optaron por la masiva retirada como última medida de presión. “Nunca se ha visto una coalición como esta”, comentó Asad Rehman, coordinador de Friends of the Earth.
Al futuro. La decisión de retirarse de las negociaciones no es una derrota, asegura la peruana Anabella Rosemberg. La activista promete que movilizarán sus fuerzas en Latinoamérica para que en Lima 2014 no suceda “lo mismo que en esta región”.
“Trabajaremos fuerte durante este año y volveremos preparados para Lima 2014. No permitiremos que París 2015 se convierta en otro Copenhague”, apuntó Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional.
Recordemos que en la cumbre mundial del Clima en Copenhague, Dinamarca, celebrada en el 2009, debía firmarse un acuerdo vinculante de emisiones que rigiera a partir de 2012, pero, en vez de eso, se acordó un texto débil y sin obligaciones. El plan actual estipula que en París 2015 debe firmarse finalmente el acuerdo vinculante.
“Los países ricos no pueden secuestrar la discusión global sobre el cambio climático para proteger el interés de las grandes industrias sucias”, señaló Rehman.
Estrategia. Las organizaciones no gubernamentales (ONG), fuerzas tradicionales en las cumbres climáticas, juegan un rol de contrapeso a los Gobiernos nacionales. En parte , por eso –Naido lo llama “razones estratégicas”– ciertos sectores de la sociedad civil permanecieron en la sede. “Otros grupos han decidido permanecer en el edificio para continuar presionando por importantes decisiones que todavía pueden hacerse en esta conferencia”, rescató la red Climate Action International a través de un comunicado.
El presidente de la Conferencia, el polaco Marcin Korolec, lamentó que “algunas ONG decidieran abandonar la conferencia para expresar su desaprobación respecto a las actuales negociaciones”.
Korolec también ha sido fuente de críticas. Inició la cumbre como ministro de Ambiente de Polonia, pero el primer ministro polaco anunció el martes que lo removía de su cargo, aunque mantiene la presidencia de la cumbre. En su lugar irá un ex viceministro de finanzas que trabajará en la explotación de carbón.
A la salida del estadio, los activistas intercambiaban abrazos y tarjetas. Luego se fue cada quien por su lado, pues la Policía polaca exigió que no hubiese caminatas colectivas por la ciudad. Algunos tal vez no volverán a verse, pero hicieron la promesa: Volveremos.