Siete escuelas ubicadas a lo largo del Corredor Biológico Pájaro Campana (en Puntarenas), la mayoría de ellas unidocentes, cuentan con estaciones meteorológicas dotadas con pluviómetros para medir cantidad de lluvia caída y son los propios niños quienes recolectan datos como humedad, temperatura, hora y fecha, así como precipitación.
Con ello, el Centro Científico Tropical (CCT) espera que los escolares puedan conocer la afectación del cambio climático en sus comunidades. De hecho, este proyecto se enmarca en el Programa de Educación Ambiental de la Reserva Biológica en Monteverde que pertenece al CCT.
En grupos de tres, los escolares toman los datos de lunes a viernes. Las mediciones deben apuntarlas diariamente en una pizarra y cada semana se generarán gráficos para visualizar esa información. Asimismo, esos datos semanales se incorporarán en una base de datos.
A final de año, los niños analizarán esa información para sacar conclusiones a partir de lo vivido y sus profesores serán los encargados de relacionar ese contenido con los impactos del cambio climático observados en la zona.
"Como maestros, nuestro objetivo es ver qué medidas –a mediano y largo plazo– se pueden hacer para tratar de mejorar esas situaciones que se están dando. Eso nos permite mostrarles a ellos (los niños) lo importante que es este tema del cambio climático y relacionarlo con lo que estamos viendo aquí; por ejemplo, la extinción de ciertas especies, otras que están subiendo a la parte más alta debido a la temperatura y otras que están migrando", comentó Luis Lara, docente a cargo del quinto grado en la Escuela de Santa Elena en Monteverde.
Por su parte, Mercedes Díaz, directora del programa en CCT, dijo que "la intención de este trabajo es promover la ciencia ciudadana en los estudiantes de primaria y con ello se pretende concientizar sobre el fenómeno de cambio climático, además de inculcar en los niños conocimientos sobre métodos de investigación científica y recolección de datos".