En marzo pasado, profesionales de la Universidad Nacional (UNA), la Universidad Estatal a Distancia (UNED), y la Asociación Ornitológica Costarricense se dieron a la tarea de pasar más de 24 horas en el Parque Metropolitano La Sabana para contar cuántas especies de plantas y animales podían observar.
Recorrieron toda el área perimetral del parque y los sectores que han sido rearborizados en los últimos siete años, momento en el que comenzó el proyecto de rearborización (que buscaba sustituir los árboles más viejos y enfermos por especies nativas).
"Queremos hacer conciencia de La Sabana no es solo el 'baño para el perro' o un lugar para hacer deporte o pasar con la familia. Su riqueza va mucho más allá; también es el hogar de muchísimas especies de distintos animales y plantas: insectos, aves, mamíferos, crustáceos en lago", destacó Mery Ocampo, coordinadora del proyecto Huella Verde del a UNED.
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Los resultados definitivos de esta actividad, llamada taxatón –fusión entre taxonomía y tiempo–, ya están disponibles y listos para compararse con los de futuras actividades como estas.
Los especialistas lograron identificar 341 especies, de las cuales 284 son de plantas (219 de árboles y 65 de hierbas), 43 especies de aves, tres de libélulas, dos de moscas –que habitan en el lago en estados de larva–, un camarón de origen asiático en el lago, tres especies de murciélagos, una de zarigüeya, una de ardilla y tres de caracoles.
Para Armando Soto, coordinador técnico de Scotiabank para el proyecto de Rearborización de La Sabana (que es coordinado por dicha entidad bancaria), esto los impulsa en su objetivo de convertir a este parque en un bosque urbano. Aunque la rearborización no ha terminado –le quedan unos dos años más– ya los frutos se ven.
"Estas 43 especies de aves se suman a las que hemos visto en monitoreos previos, en total podríamos hablar de 116 especies", expresó Soto.
"Algo que nos llamó mucho la atención fueron los murciélagos. Sabíamos que íbamos a ver, pero no podíamos imaginarnos ver tantos y ver tres especies distintas", agregó.
Una de estas tres especies es el Artibeus jamaicensis, que se alimenta de frutos de los árboles plantados, especialmente de los higuerones (ya hay varios de estos árboles creciendo en el parque), aunque se ha registrado que consume frutos de 92 especies de plantas. Crece naturalmente desde México hasta Ecuador.
También se vio el murciélago Sturnira parvidens, que se alimenta de frutos que obtiene en distintos sitios de La Sabana, aunque se ha reportado que consume insectos y polen. Vive desde México hasta Brasil.
Finalmente está el Glossophaga commissarisi, popularmente conocido como "murciélago policía". Esta especie se alimenta de insectos, pero principalmente néctar y polen proveniente de las flores. Vive desde México hasta Perú.
"Los murciélagos son vitales para el control biológico. Por ejemplo, en el agua del lago no vimos larvas de mosquitos que trasmiten el dengue u otras enfermedades, y esto es porque los mismos murciélagos se los comen y con esto se impide que algunas enfermedades nos afecten", señaló Ocampo.
Y añadió: "en una época de cambio climático, el que haya espacios verdes que alberguen estas especies en las áreas urbanas es de muchísima importancia".
Para ambos especialistas el que el proyecto de reaborización ya lleve más de un 75% de avance dio pie a ver más la acción de estos animales nocturnos.
Variedad amplia
Una de las mayores curiosidades que se vieron fue en la biodiversidad presente en el lago de La Sabana. Allí se encontraron tres especies de caracoles, y una de camarón de origen asiático, algo que no se esperaban.
"Hay gente que utiliza el lago como supermercado. Va a pescara ahí. ¿Cómo llegan esos peces ahí, cómo llegó el camarón? Ya de hecho se tiene en propuesta un estudio de licenciatura para estudiar el río, hay mucha contaminación y se pierde mucha agua. Nos guastaría que se convirtiera en un humedal artificial, pero para eso es necesario estudiarlo bien", aseguró Ocampo.
Esta variedad tan grande de animales y plantas hace que también las personas deban asumir actitudes para no perjudicar su hogar.
"No molestar a los animales es vital, no dejar basura tirada, también. Y tampoco golpear los árboles", aseveró Soto.
Ocampo añade: "es importantísimo no alimentar a los animales, no acostumbrarlos a eso, porque puede cambiar su comportamiento. Hay suficiente alimento para todos porque se preocupó por sembrar muchos árboles que produjeran flores y frutos".
Nuevo taxatón
Los profesionales tendrán una nueva cita para contar la biodiversidad en La Sabana. Este 4 y 5 de noviembre, a partir de las 5 a. m. se unirán quienes ya participaron en la primera taxatón. A ellos se les sumarán estudiantes de la Universidad Técnica Nacional (UTN), de la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica (UCR) y de Fitopatología del Insitituto Tecnológico de Costa Rica.
"Es bueno hacer mediciones tanto en período seco como en período de lluvias para ver si hay cambio de especies", indicó Soto.
Ocampo complementa: "por ejemplo, en el taxatón pasado no pudimos contar hongos porque la época no lo permitía. Ahora sí podríamos contabilizarlos.
El taxatón también abrirá espacios para que la gente participe con los investigadores. Ellos piden estar atentos a las redes sociales de Scotiabank y de las diferentes universidades.