Bogotá, Colombia. ¿Cómo se mueven 7,5 millones de personas en una ciudad sin usar uno de sus 1,5 millones de vehículos? Ese reto se lo ha planteado Bogotá tres veces en el 2015.
Las autoridades colombianas prohíben, de 5:30 a.m. a 7:00 p. m., el uso de vehículos. Solo buses, taxis, autos del Gobierno y carros que reparten mercancías tienen autorización de transitar.
La decisión provoca una invasión de ciclistas, aglomeraciones en las estaciones de buses alta demanda del servicio de taxi.
Más de 500.000 personas salen este día en bicicleta para utilizar los 400 km de ciclovías de Bogotá.
Irrespetar la medida representa una infracción de unos $125.
Según la Secretaría de Movilidad de Bogotá, la última vez se multó a 106 motociclistas y 96 conductores.
El plan es aplaudido por colectivos de ciclistas y algunos ciudadanos, pero criticado por el comercio, ya que las ventas bajan.
Para paliar el efecto, los negocios envían las compras a sus clientes por medio de ciclistas.
Gustavo Petro, actual alcalde de Bogotá, reconoció que la iniciativa no es popular entre los empresarios: “El comercio y la actividad industrial dicen que si la gente no usa el carro, se detiene la economía”.
Por su parte, el taxista Abadía Méndez apoya el proyecto porque aumentan sus ingresos. “Además, la gente hace ejercicio y se contribuye al ambiente”, dice.
Entre los más jóvenes, el plan se queda corto. Martín Aguirre, de 19 años, y Laura Echeverrí, de 20, piensan que la medida debería ser más frecuente.
“Me parece bien; no hay congestión y se puede salir con el perro sin miedo. Podría ser al menos una vez al mes”, afirmó Aguirre.
“Si por mí fuera solo dejaría que se usen taxis y buses, no carros repartidores”, añadió ella.
Estos días, 956.000 personas usan el Transmilenio, principal sistema de transporte de Bogotá, un 2% más que un día normal.