Fernando Díez Losada
De la inmensa variedad de insectos que pueblan nuestro planeta, el más común, sin duda, es la mosca (musca domestica). El DRAE la define así: “Insecto díptero, muy común y molesto, de unos seis milímetros de largo, de cuerpo negro, cabeza elíptica, más ancha que larga, ojos salientes, alas transparentes cruzadas de nervios, patas largas con uñas y ventosas, y boca en forma de trompa, con la cual chupa las sustancias de que se alimenta”.
La permanente convivencia de este insecto con el ser humano ha motivado que su nombre forme parte de una buena cantidad de dichos y expresiones populares. Y esto ocurre, desde luego, no solo en castellano. Del propio latín hemos tomado la máxima Aquila non capit muscas (El águila no caza moscas), con lo que queremos decir que las personas dignas, inteligentes o nobles no reparan en pequeñeces. Los ingleses, por su parte, tienen el proverbio Closed mouth catches no flies , equivalencia casi literal de nuestro refrán En boca cerrada no entran moscas .
Mosca (o mosquita ) muerta es sinónimo de hipócrita o taimado; es decir, persona que encubre su perversidad o mala intención bajo apariencias de bondad o mansedumbre. Estar con (o tener ) la mosca detrás de la oreja equivale a mostrar una actitud suspicaz, de alarma o recelo ante alguien o algo. Por si las moscas es una expresión un tanto humorística (muy usual en España y en algunos países de América), que denota una postura preventiva, equivalente a por si acaso .
La tenacidad de este insecto, volviendo una y otra vez al sitio exacto de donde fue espantado, ha motivado que se aplique este nombre a las personas impertinentes, pesadas, molestas e inoportunas (lo que llamarían majaderas en ciertos lugares de América). Ese tipo de personas, cuando alcanzan el grado supremo de pesadez y majadería, reciben en España el calificativo de la mosca de Pepe , en alusión a quién sabe qué personaje de algún cuento o chascarrillo.
Ponerse mosca , mosquearse o amoscarse es darse por aludido, enojarse u ofenderse por algo que se dijo o se hizo.
Y, cuando alguien muestra inesperadamente irritación o mal genio, suele preguntarse: ¿Qué mosca le habrá picado?