El consumo de antiinflamatorios no esteroideos en bajas dosis y por períodos cortos, como el ibuprofeno, contiene un riesgo de infartos cardíacos y derrame cerebral, alertó la FDA.
Así lo alertó la Agencia de Control de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés), la cual alertó que no hay garantía de que salgan bien librados quienes realizan un consumo esporádico, en bajas dosis, ni el grupo joven sano que echa mano de esas drogas, en ocasiones.
Se trata de un hallazgo relevante dado que dicho riesgo se alertaba solamente para consumos prolongados, en altas dosis, sobre todo, para quienes presentaban problemas del corazón.
En el mercado se ofrece un buen número de antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno (Motrin y Advil ), naproxeno (Aleve y Naprosyn) y el celecoxib (Celebrex o Celebra y Onsenal) -la alerta no incluye un riesgo para la aspirina-.
Dichos medicamentos son usados para aliviar el dolor, reducir la fiebre y la inflamación.
El panel de expertos de la FDA confirmó, además de que puede existir un riesgo para los jóvenes sanos, se pueden presentar secuelas mayores entre pacientes mayores de 65 y entre quienes presentan males del corazón.
Para todos, la recomendación es consumir antiinflamatorios no esteroideos por períodos cortos.
Alerta en las etiquetas. La FDA pidió a los laboratorios reforzar los riesgos en las etiquetes de sus antiinflamatorios no esteroideos.
Se pide señalar que "el riesgo de un ataque al corazón o infarto puede ocurrir durante las primeras semanas del uso de un NSAID -siglas en inglés de antiinflamatorios no esteroideos-".
Además, se ordena indicar que el uso prolongado, así como, el consumo en altas dosis puede elevar la probabilidad de infartos y derrames.
De igual forma, las etiquetas deben advertir que todos los pacientes -sanos y con males del corazón- podrían enfrentar severas secuelas.
Sin embargo, los expertos agregaron que el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales, debido al consumo de estos fármacos, resulta menor al registrado entre quienes fuman, presentan presión alto e, incluso, entre los pacientes con obesidad.