Emmanuel, Juan Carlos y Alicia dieron ayer un gran salto hacia sus sueños luego de obtener los tres puntajes más altos en el examen de admisión del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
Entusiastas, tenaces y comprometidos, estos tres jóvenes están conscientes de que, aunque muy importante, esto apenas es un primer paso para llegar al final de sus respectivas metas profesionales.
El TEC ofreció la mañana de ayer un homenaje a los 30 mejores puntajes en la Prueba de Aptitud Académica, el requisito para poder ingresar en el 2014 a estudiar las carreras con énfasis en ciencia y tecnología que ofrece la institución.
Con 791,43 puntos de 800 posibles, Emmanuel Fernando Madrigal Cerdas encabezó la lista; el segundo lugar lo ocupó Juan Carlos Herrera Pérez –con 777,14– y, en tercer puesto, se ubicó Alicia de Armas Hernández, con 775,71 puntos.
Ellos tienen algo en común: su fascinación por las muy temidas matemáticas.
En la cima. A sus 17 años Emmanuel Madrigal está convencido de que la matemática y la física son lo suyo. Su experiencia como estudiante del Colegio Científico Costarricense sede Cartago lo acercó a las ingenierías hasta que decidió ponerle el ojo a una de ellas: ingeniería en computación. Este vecino de Tejar de Cartago estuvo a 8 puntos con 57 centésimas de obtener el máximo puntaje de la prueba (800) y eso lo coloca más cerca de sus aspiraciones profesionales.
Contrario a lo que opinan otros jóvenes de su edad, Emmanuel cree que las matemáticas tienen “un lado bonito”. “Creo que el miedo que existe es porque la gente no llega a la parte en que la empiezan a entender, eso siempre lleva más esfuerzo”, declaró el muchacho, quien confesó ser un ávido lector, sobre todo de ciencia ficción.
En su discurso, Madrigal alabó el gran potencial que tiene el sistema educativo costarricense para producir y exportar talentos.
También llamó la atención sobre la urgencia de pensar en el futuro: “Es necesario definir qué queremos para nosotros mismos, para nuestras familias, para Costa Rica. Para mí lo esencial es que nunca perdamos la ganas de aprender todo lo que podamos y mantener nuestra mente abierta”.
Intereses variados. Juan Carlos Herrera, estudiante del Colegio Marista de Alajuela, alcanzó una calificación de 777,14 puntos, lo que le abrió la puerta para estudiar Administración de Empresas.
Pero en el horizonte de este joven se vislumbran varias más: “Siempre he sido una persona muy integral, además de la administración me gustan muchas cosas, como la biotecnología y medicina. Pero es definitivo que ‘mate’ me fascina”. Y, si bien dedica bastantes horas al estudio, dijo aprovechar su tiempo libre al máximo. “Me encanta ir a fiestas con mis amigos, bailar, ir al cine, a restaurantes”.
Por su parte, Alicia de Armas Hernández le hace honor a su apellido ya que a sus 23 años se armó de valor para venirse hace cinco meses desde su Cuba natal a Costa Rica para finalizar sus estudios universitarios. Su norte también está en ingeniería en computación.
“Me llama la atención la idea de innovar en el campo de la programación. Creo que la matemática es bonita y divertida, solo hay que aprender a entenderla”, explicó la joven, quien actualmente reside en Guápiles.