Los telescopios ALMA e IRAM , instalados en Chile y España respectivamente, hicieron reveladoras mediciones en un disco de gas y polvo que rodea una joven estrella.
Estos discos se denominan protoplanetarios, pues son regiones en las que se producen las primeras etapas de la formación de sistemas de planetas.
En nuestro sistema solar, el Sol es la estrella principal alrededor de la cual giran planetas como la Tierra, Marte o Venus.
Un equipo de astrónomos encabezado por Stéphane Guilloteau , del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos, en Francia, midió la temperatura de los grandes granos de polvo que hay alrededor de la joven estrella.
Tanto ese astro como el disco se ubican en un complejo estelar llamado Rho Ophiuchi, a unos 400 años luz de la Tierra.
Curioso. Los científicos se sorprendieron al detectar que el disco, en particular, se puede ver casi “de canto”; es decir, como de perfil y su aspecto es similar al de un platillo volador.
Al combinar las mediciones de ambos telescopios, se obtuvo, por primera vez, el cálculo directo de la temperatura de granos de polvo grandes –con dimensiones de aproximadamente un milímetro– en este tipo de objetos. Los astrónomos determinaron que su temperatura es de –266 grados Celsius.
Según expresó Guilloteau en un comunicado publicado por el Observatorio Austral Europeo (ESO), esta temperatura es mucho menor a las documentadas hasta la fecha, las cuales oscilan entre los –258 ºC y –253 ºC.
“Para establecer cuál es el impacto de este descubrimiento en la estructura del disco, tenemos que encontrar qué propiedades del polvo pueden estar relacionadas con temperaturas tan bajas. Tenemos algunas ideas: por ejemplo, la temperatura podría depender del tamaño del grano, de modo que los más grandes son más fríos. Pero es demasiado pronto para estar seguros”, opinó el astrónomo Emmanuel di Folco, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos y coautor de la investigación.