Sentado en una silla de oficina, y vestido muy formal para la ocasión, el Geminoid DK– de los tres robots hiperrealistas del mundo–, se enfrentó ayer con las curiosas miradas de los ticos.
El androide (nombre que se les da a los robots muy parecidos a los humanos) inspeccionaba el auditorio del Banco Nacional moviendo sus ojos y hasta parecía sonreír de vez en cuando, como si supiera que él era el invitado estrella.
Sin embargo, no era el único, pues los presentes también estaban ahí para escuchar al profesor Henrik Scharfe, de la Universidad de Aalborg , Dinamarca, quien le “prestó” su apariencia al robot y supervisó su desarrollo, que tardó unos nueve meses.
Scharfe contó a niños y adultos las aventuras que ha tenido con el Geminoid DK y aunque su sentido del humor y su conocimiento en robótica lograron enganchar a las presentes, la semejanza entre ambos fue la que más asombro despertó.
“Cuando lo vi, lo primero que pensé fue en qué se inspiró para hacer el robot. Los ojos se ven demasiado reales”, dijo, asombrada, Dalay Anaya, de 11 años.
La niña asiste a un club de robótica y comentó que aunque la piel del androide se ve similar a la de las personas, porque hasta parecía tener venas, “es muy dura, no se parece en nada, nada, nada a la de los humanos”.
Suspiros de asombro se apoderaron de otros niños que también se acercaron al Geminoid DK. Algunos con teléfono en mano grababan un video o tomaban una foto, para así dejar registro de que lo sus ojos no podían creer.
“Yo venía muy nervioso, emocionado y contento de poder estar aquí”, dijo Jorge Ulloa, de 12 años. La cara y la piel de este robot de $180.000 desarrollado por el científico japonés Hiroshi Ishiguro, en Tokio, fueron las que más impactaron al pequeño.
El profesor Scharfe aconsejó a los niños como Jorge: “manténganse curiosos, conviertan sus sueños en realidades y traten de descubrir qué cosas maravillosas pueden inventar ustedes mismos con las nuevas tecnologías que existen”.
El consejo también se plica para los más grandes, que se veían igual o más impactados que los niños ante el robot. Y es que su fascinación no es para menos, el androide gesticula, parpadea y hasta imita la respiración humana.
Durante la presentación, Bernardo Alfaro, subgerente de Crédito y Riesgo del Banco Nacional, dedicó miradas curiosas al androide y más tarde confesó: “He estado en fábricas de automóviles, he visto robots trabajando, pero nada es tan impresionante como ver una máquina que se asemeja tanto a un ser humano. Es algo muy novedoso”.
Esa cercanía a la apariencia humana es la que Leda Muñoz, directora ejecutiva de la Fundación Omar Dengo, consideró impresionante y capaz de estimular la imaginación de niños y jóvenes “Si a mi que algo sé del tema me ilusionó y me asombró ver a este robot, esperemos que provoque una reacción mucho más fuerte en las nuevas generaciones”.
Geminoid DK y el profesor participarán hoy a las 2 p. m. en la Olimpiada Nacional de Robótica, que se celebrará en el Club Cariari, contiguo a la autopista General Cañas. La actividad es organizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, el Banco Nacional, la Universidad Nacional y la Fundación Omar Dengo.