Una vez que usted se come la pulpa del mamón chino (rambután), la cáscara de la fruta se convierte en un desecho.
Pero para Hider Rojas y Yerling Carrillo, es la materia prima ideal para el desarrollo de su producto, Rambuhealth.
Se trata de un aditivo antioxidante natural (polvo) contenido en la cáscara, el cual se le extrae para ser añadido a bebidas y así aprovechar esas cualidades.
Los antioxidantes son conocidos por su poder de retardar o impedir la oxidación de las células en nuestro cuerpo, y así ayudarlo a prevenir enfermedades.
Proceso. “El producto se obtiene a través de un método físico, en el que se liberan los antioxidantes de la cáscara del mamón chino. El extracto resultante es líquido y luego se seca para obtener un polvo”, detalló Rojas.
El proyecto de estos muchachos se trabaja desde la iniciativa público-privada Costa Rica Open Future, un programa impulsado por la empresa Telefónica (Movistar), el Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat) y el Consejo Nacional de Rectores.
Desde junio de este año, los jóvenes están recibiendo asesoramiento y acompañamiento para su producto. “Soy químico industrial y estuve evaluando capacidades antioxidantes de diferentes desechos industriales.
”Luego hice varias pruebas de rendimiento, identifiqué bajos costos y que se disolvía en agua”, comentó Rojas.
En su investigación, ellos descubrieron que el rambután es una fruta de temporada, que en Costa Rica se consigue entre junio y noviembre. “Además es una fruta de la zona, que se produce bastante”, agregó Carrillo.
Este proyecto ya ha sido galardonado, pues el año pasado ganó en la categoría de “Industria”, en la competencia UNA Emprendedores, que hace cada año la Universidad Nacional.
Beneficios. El plan de los creadores de Rambuhealth es adicionar el producto a bebidas que se venden de forma masiva, para así beneficiar la salud del consumidor.
¿Por qué? Los antioxidantes que contiene la cáscara de esta fruta protegen la salud del corazón y del sistema cardiovascular.
“También evitan el envejecimiento prematuro de la piel y benefician a personas que padezcan enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial, ya que ayudan a que el azúcar se absorba más despacio y que, de esta manera, el cuerpo pueda metabolizarla de una mejor manera”, manifestó Rojas.
Y como los investigadores no piensan solo en ellos, destacan el hecho de que esta fruta se produce en la zona sur del país, por lo que aspiran a que la producción de Rambuhealth pueda ayudar al desarrollo de esa región.
“(La posibilidad de) generar desarrollo y empleo en ese lugar es una de las mayores dichas para nosotros, ya que esos deben ser los fines de las empresas”, enfatizó el joven químico.
Esfuerzo. Mientras que Rojas trabaja dos veces a la semana en la Universidad Nacional (UNA) para combinarlo con su faceta de emprendedor en Costa Rica Open Future, Carrillo divide su tiempo entre su dedicación a Rambuhealth y dos carreras universitarias (Ingeniería de Bioprocesos en la UNA e Ingeniería Química en la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Se duerme poco y se trabaja mucho”, comentó esta estudiante por partida doble. No obstante, todo esto, para ellos vale la pena: sacrificar “las horas de sueño, por su sueño”.
En Costa Rica Open Future tienen el apoyo de asesores y mentores que los acercan cada vez más a sus metas.
“Nosotros les enseñamos a los muchachos ciclos de aprendizaje y prototipado rápido. Además de cómo preparar un proyecto para presentar ante diversos públicos”, dijo Juan Muñoz, encargado de la incubadora.