Ya son dos. La exploración espacial en manos privadas conquistó ayer un nuevo hito con el lanzamiento de una nave de carga que viaja rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS, por su siglas en inglés).
Esta sonda se llama Cygnus y pertenece a la empresa Orbital Sciences Corp.
La nave partió de Virginia (EE. UU.) a bordo del cohete no tripulado Antares y lleva una carga de 590 kilos de materiales para experimentos científicos, así como alimentos y ropa para abastecer a los tres astronautas que orbitan a unos 600 kilómetros de la superficie de la Tierra. Ellos siguieron el lanzamiento mediante la transmisión directa que realizó el centro de control de la misión, en Houston, EE.UU.
Está previsto que Cygnus arribe a la ISS el próximo domingo 22 de setiembre, tras completar cuatro días de pruebas.
La estadounidense Karen Nyberg y el astronauta italiano Luca Parmitano emplearán el brazo robótico de la estación para capturar a Cygnus y acoplarla a la estación. También hay un cosmonauta ruso a bordo.
La tripulación se duplicará la semana próxima, cuando se sumen otro estadounidense y dos rusos a bordo de un cohete que Rusia lanzó desde Kazajistán.
Cygnus permanecerá enlazada a la ISS durante un mes.
Los elegidos. La empresa Orbital Sciences, con sede en Virginia, fue seleccionada por la agencia espacial estadounidense NASA –junto a la californiana Space X– para llevar carga hacia la estación espacial.
Esta última (Space X), con base en California, ha realizado envíos con provisiones durante más de un año bajo contrato con la NASA.
De hecho, el de ayer fue el segundo lanzamiento privado desde el centro espacial Wallops en lo que va del mes, luego que Space X también participara en el envío de una sonda lunar de la NASA el 6 de septiembre pasado.
“La extraordinaria contribución de Orbital nos ayuda a concretar el potencial de innovación estadounidense para mantener la supremacía de Estados Unidos en el espacio”, dijo el jefe de la NASA, Charles Bolden.