Las enfermedades tropicales golpean con fuerza a las personas más pobres del mundo y retrasan la posibilidad de brindarle bienestar y mejores condiciones de salud a esa población.
Por esa razón, el jurado de los premios Nobel otorgó este galardón en el área de Medicina y Fisiología a tres científicos: la china Youyou Tu, el irlandés William C. Campbell y el japonés Satoshi Omura.
Ellos son los responsables de crear terapias para contrarrestar males tropicales como la malaria, la ceguera de río y la filariasis linfática, mejor conocida como elefantiasis.
“Las consecuencias (de los descubrimientos científicos) en términos de mejora de la salud humana y reducción del sufrimiento son inconmensurables”, dijo el jurado del Nobel.
Aportes. A Youyou Tu se le reconoce su aporte para combatir la malaria, una enfermedad contagiosa causada por una o varias especies de Plasmodium.
Este mal se transmite por picaduras de mosquitos infectados y, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), se caracteriza por la multiplicación de parásitos en el hígado, que luego infectan las células rojas de la sangre.
A Youyou Tu, de 84 años, se le ha reconocido el aporte que ella y su equipo realizaron en la década de los setenta, cuando otros medicamentos utilizados para tratar la malaria comenzaron a ser menos eficaces.
La científica se enfocó en buscar alternativas en la medicina tradicional china, hasta dar con la planta del ajenjo dulce ( Artemesia annua), la cual aparecía en muchas de las recetas de medicina tradicional y demostró ser muy eficaz para tratar la fiebre.
Youyou Tu desarrolló un método de purificación para obtener un extracto de la planta y fue así como llegó a la artemisinina, un medicamento que ha logrado evitar miles de muertes producidas por la malaria.
Según reseñó la agencia de noticias EFE, en el 2011, al recibir el premio el Lasker-DeBakey de Investigación Médica Clínica, Youyou Tu manifestó: “Esto es un regalo de la medicina tradicional china a la humanidad”.
Ahora, la científica fue premiada junto al irlandés William C. Campbell, de 85 años, y el japonés Satoshi Omura, de 80, cuyos aportes han ayudado a tratar a personas con elefantiasis y oncocercosis, también conocida como ceguera de río.
Este último padecimiento es producido por el gusano Onchocerca volvulus y transportado por las repetidas picaduras de una mosca negra. La elefantiasis, por su parte, es transmitida por nematodos, unos pequeños parásitos que crean una infección en el cuerpo humano, desfigurando a quienes lo padecen u ocasionándoles discapacidad.
Investigación. A Satoshi Omura, quien es un microbiólogo, se le galardonó por haber enfocado su investigación en un grupo de bacterias llamadas Streptomyces, que producen agentes con actividades antibacterianas.
Omura aisló 50 cepas de la bacteria, con la esperanza de que su capacidad contra microorganismos dañinos pudiera ser analizada. Luego, las cepas llegaron a manos de un experto de biología de parásitos, de origen irlandés, llamado William C. Campbell. Él residía en Estados Unidos.
El irlandés logró demostrar que uno de los componentes estudiados resultó eficaz en animales domésticos y de granja.
Al compuesto obtenido se le llamó avermectina. Posteriormente se purificó y se bautizó como ivermectina, la cual fue utilizada en seres humanos y demostró su eficacia para matar larvas de parásitos.
De este modo, los aportes de ambos investigadores han permitido salvar a personas de los mencionados males tropicales.