Manzanillo, Talamanca. Un ocelote adulto fue liberado parcialmente en la finca de conservación La Ceiba, dentro del Refugio Gandoca-Manzanillo, en Talamanca.
El animal, bautizado como Roy, fue hallado, cuatro meses atrás, en Talamanca con dos machetazos en la cabeza y en condiciones de desnutrición y anemia.
“Las heridas se las propinó una persona que defendía sus gallinas del ocelote”, contó Encar García, bióloga española del Centro de Rescate Jaguar. Esta institución fue la encargada de la “rehabilitación y reinserción” del felino.
Cuando ingresó al Centro de Rescate pesaba cerca de 10 kilogramos y salió con un peso de 20 kilogramos. Además, un examen de sangre demostró que no padece anemia, lo que beneficia su reincorporación a su hábitat natural.
“Al principio, el primer mes, él no era capaz de pararse, era un animal que debido a los cortes en la cabeza tenía un hematoma intenso”, agregó García.
Durante los primeros 30 días de recuperación se le recetaron desinflamatorios y analgésicos y comió dos kilos de carne al día.
Los ocelotes son felinos salvajes solitarios, tienen facilidad para subir a los árboles y pueden aparearse en cualquier época del año.
Liberación. La reinserción del felino a su hábitat será un proceso controlado. Durante 10 días estará en una jaula de preliberación para monitorear su conducta.
El décimo día se abrirá la puerta del encierro para que salga y empiece a cazar.
“A partir de ese momento se va a dejar un refuerzo de carne en la jaula, por si el animal no encuentra presas en el bosque, pero esa cantidad de carne se va a ir disminuyendo hasta quitarla totalmente”, explicó Franklin Aguilar, biólogo encargado de la liberación
Los ocelotes necesitan cazar, al menos, cada día y medio.
Según Aguilar, el proceso se hace de esta manera para evitar cambios drásticos en la rutina del animal que le provoquen tensión.
El experto añadió que la primera semana es para que el felino se vuelva a adaptar a los sonidos y olores del bosque.
“Es un animal valioso porque es muy raro verlo”, concluyó.
Para trasladar a Roy del Centro de Rescate al Refugio Gandoca-Manzanillo fue necesario anestesiarlo por 40 minutos. El proceso lo lideró el veterinario Francisco Arroyo.
También se le tomaron muestras de sangre y heces para verificar que no tuviera enfermedades.
Dos hombres cargaron el animal hacia el sitio de liberación por senderos en zonas de difícil tránsito debido a las intensas lluvias de los últimos días.
La Ceiba es una finca de 48 hectáreas, en el Caribe sur, que se utiliza para liberar especies.