Un lugar de encuentros, donde productores y consumidores se consideran una gran familia. Así describe Mayra López la feria orgánica El Trueque, que este mes celebró su 15 aniversario.
López, actual coordinadora de este espacio, emprendió, junto con otros compañeros como Francisco Sibaja y Henry Guerrero, la labor de darle vida a este rincón verde.
En sus inicios, la feria que se ubica en San Cayetano, detrás de la iglesia luterana, no tenía un 20% de los productos que hoy se pueden conseguir en ella, como papas, tomates, chile, especias, frutas, arroz y frijoles orgánicos.
Cambio. Pero el panorama se transformó con el paso de los años.
Ahora, cada sábado, entre las 6 a. m. y las 12 mediodía, los consumidores, como Mauricio Herrera, deambulan entre puesto y puesto, buscando gran variedad de productos certificados y algo más.
“Hay una sensación de compromiso, historias, valores comunitarios, deseo de compartir conocimiento. Además, los productos orgánicos son mucho más saludables y ricos”, afirmó Herrera.
La feria también ha conseguido un efecto multiplicador, según Mayra López: “De aquí es de donde salen los productos para otras ferias y establecimientos como Green Center, en Santa Ana. Hemos crecido de esa manera”.
La experiencia de Fiona Lamont lo confirma. Ella maneja también una feria orgánica en Escazú: “Siempre vengo aquí porque hay otros productos que nosotros no conseguimos y también los proveedores que vienen acá son los de nosotros”, aseguró.
Desde hace 10 años, esta mujer decidió comer solo productos orgánicos “por los daños que los químicos producen en el cuerpo humano y los diversos ecosistemas”.
Para ella, lo mejor que tiene esta feria es el ambiente, pues “es pequeño, acogedor, tiene buena variedad de productos, que además están respaldados por las certificaciones”.
El compañerismo entre los asistentes es otro de los “ingredientes” que la mantienen viva.
“Acá hay un ambiente tranquilo, seguro y camaradería entre todos. La gente puede venir a desayunar”, explicó Mayra López.
Los beneficios de consumir productos libres de químicos son tangibles para todos los involucrados en el intercambio, comentó Henry Guerrero, presidente de la Cooperativa de Productores Orgánicos de Zarcero.
“Estos productos son buenos para nosotros, los consumidores y para el medio ambiente”, dijo.