En este 2015, la llamada generación del milenio (Y) estará más dispuesta a pagar por contenidos digitales, en tanto la innovación tecnológica será impulsada por las empresas, más que por los usuarios.
Como parte del escenario, las ventas de los teléfonos inteligentes también se dispararán.
Esos son algunos de [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150126_0002]]los pronósticos[[END:INLINEREF]] contenidos en el 14.° informe Predicciones de tecnología, medios y telecomunicaciones de la firma Deloitte Global.
El documento plantea que la compra de celulares aumentará en 1.000%. “A nivel de producto, el smartphone ya está como está. Hay poca innovación, no hay nada revolucionario que vaya a cambiar el concepto”, aseguró el gerente de Tecnología de la compañía, Gilles Maury.
Sin embargo, eso no impedirá el incremento en las ventas de estos aparatos o que durante el año se observen intentos moderados de mejorar las baterías.
Los creadores de contenido tendrán un público deseoso de comprar, tanto en formato tradicional como en formato digital.
Las predicciones de Deloitte aseguran que la generación Y, también conocida como la de los Millenials (personas entre 18 y 34 años), estará dispuesta a invertir hasta unos $750, distribuidos en rubros como la televisión de paga, música, juegos de computadora, películas y libros.
“Ha habido una evolución a nivel de hábitos, donde las personas reconocen el beneficio de tener acceso a un contenido ordenado, estructurado y pagando un poco por eso. Eso empezó con Apple, cuando crearon el iTunes, pero ahora hay muchos otros proveedores de contenidos y con ofertas que han cambiado mucho”, comentó el ejecutivo.
Innovación. Otra de las tendencias que sorprenderán este año serán la Internet de Todo (IoE por sus siglas en inglés), los drones y las impresoras 3D. Estas tecnologías demostrarán que la batuta en la innovación estará ahora en poder de las compañías y no de los usuarios, como fue años atrás.
“Venimos de una década en que toda la innovación era diseñada y adoptada por las personas. Fueron las personas quienes se adueñaron de los dispositivos y les dieron un uso”, indicó Maury.
El informe de Deloitte señala que, a pesar de la importancia que se le ha dado a la IoE, asociándola con dispositivos móviles que se pueden vestir, accesorios o sensores que las personas pueden manipular en sus hogares, quienes realmente harán crecer esta industria serán las empresas.
Las ganancias que generará este sector se calculan en unos $70 millones, aproximadamente.
Las predicciones también estiman que las ventas de drones no militares o vehículos autónomos aéreos (VAAs) alcanzarán unas 300.000 unidades.
Sobre este punto, Maury aseguró que, a pesar de que hay gente que tiene drones y los utiliza como una cuestión más lúdica, para este año se proyecta un uso más empresarial.
Con esa visión coincide el experto costarricense en robótica Andrés Mora. Para él, el potencial más grande de estos aparatos está en ámbitos como el monitoreo de campos agrícolas y de producción animal, colaboración con equipos de emergencia, como lo son Bomberos y Policía, así como en protección de áreas extensas tanto privadas como nacionales (por ejemplo, parques nacionales, zonas fronterizas).
“El hecho de que su mayor potencial se encuentre en compañías privadas o instituciones estatales se debe, en buena parte, a lo complejo de su maniobrabilidad (cuanto más confiable para volar sea el dron, más caro será) y la capacidad de regulación (es más fácil establecer reglas de uso en una compañía o institución que a un individuo)”, dijo Mora.
En lo que respecta a las impresoras 3D, se venderán unas 220.000 en el 2015 y, aunque serán una revolución, no será este año cuando se masifiquen.
“Funcionalidad limitada, dificultad de uso, este no es un mercado en el que los consumidores estén interesados por el momento”, aseguró Dunca Stewart, director canadiense del estudio realizado por Deloitte Global.