A 800 metros de profundidad, en el hielo de la Antártida, habita una comunidad microbiana abundante, según afirma un estudio publicado recientemente por la revista especializada Nature.
Los investigadores identificaron la existencia de unas 4.000 bacterias y arqueas que han sobrevivido sin la luz del Sol, desde hace aproximadamente 120.000 años.
Incluso, muchos de los microorganismos encontrados tienen la capacidad de extraer energía de las rocas y utilizar el dióxido de carbono (CO2) como fuente de carbono.
El proyecto, según detalló el investigador líder Brent Christner, “ha proporcionado solo una pequeña muestra de la vida microbiana que puede esconder la naturaleza en más de cinco millones de kilómetros cuadrados de capa de hielo en la Antártida”.
Los científicos consideran que los ecosistemas bajo el hielo pueden ser extensos e influir en la composición química y biológica del océano Austral (el Antártico), que rodea al continente antártico.
David Pearce, un microbiólogo del Reino Unido, quien en el pasado intentó obtener muestras en un lago de la Antártida, se mostró emocionado: “Es la primera vez que tenemos una visión real de lo que hacen los organismos que viven bajo el continente antártico”.