Juan Enríquez Cabot es futurista, autor de numerosos best sellers, inversor y entusiasta de empresas relacionadas con las ciencias de la vida.
Este mexicano fue nombrado por Fast Company como uno de los 50 empresarios más extraordinarios de Estados Unidos. Fue co-organizador del 50.° aniversario del descubrimiento del ADN, gracias a una invitación de Time.
En el TEDxPuraVida 2016, por realizarse el 3 de marzo en Parque Viva, en la Guácima de Alajuela, este experto será uno de los conferencistas. Antes de su arribo al país, conversó con La Nación.
Usted invierte en empresas que trabajan en el área de ciencias de la vida. ¿Por qué, desde su visión, resulta interesante apostarles a estas compañías?
Hay una vieja película de Dustin Hoffman – El graduado–, que contiene una escena icónica: junto a la alberca, un viejo le pone el brazo sobre los hombros al recién graduado y le dice una palabra, solo una palabra, a manera de consejo: “Plásticos”. Error grave, pues ese consejo, en California, en 1967, debería haber sido: “Silicón”. Ahora entramos en una época similar en términos de gran cambio tecnológico y la palabra, el consejo pues, debería ser: “código-de-vida” (código genético). No hay nada que vaya a cambiar tanto al mundo como la habilidad para entender y editar cómo funciona la vida.
¿Qué rol considera que jugará esta industria en 10 años?Al igual que el código digital cambió todo nuestro entorno, el código de vida va a cambiar toda industria de manera fundamental, desde la agricultura, la química, la farmacéutica y la comida, hasta el procesamiento de datos, el cómputo, la energía y la seguridad. Al escribir con código de vida, se pueden programar organismos para generar rápido, casi cualquier cosa viviente que produce, o no produce, la naturaleza. Ya vemos que grandes industrias empiezan a generar, a gran escala, todo tipo de productos, utilizando materiales orgánicos. Y esto es solo el principio.
¿Qué es lo que más lo apasiona de la genética?
La enorme cantidad de descubrimientos que ve uno a diario. No pasan un par de horas sin que uno se sorprenda de un hallazgo que ilumina un poquito más, o que echa abajo el cómo funciona la vida a nivel de virus, bacteria, planta, animal o ser humano. Esto abre un universo de posibilidades de cómo y dónde producir comida, cómo curar una enfermedad, cómo cambiar en décadas el promedio de vida de un ser humano. Cambia toda industria. Cambia la posición relativa de países. Eventualmente altera la especie humana.
¿Qué aprendizajes podemos obtener de la evolución de la raza humana?
Primero, somos muy, muy poco diversos. Una muestra al azar de 55 chimpancés africanos contiene más diversidad genética que 7.000 millones de humanos. Un motivo es que todas las otras variantes humanoides, algunas de las cuales se cruzaron con nuestros ancestros, acabaron en absoluta extinción. La segunda gran razón es que nosotros mismos también casi nos extinguimos. Por eso, todo humano hoy desciende de una sola madre africana que vivió aproximadamente hace 100.000 años. Para sobrevivir, para adaptarnos a ambientes radicalmente distintos, vamos a tener que engendrar mucha mayor diversidad. Esto lo podemos hacer en periodos relativamente cortos. No se trata de obligar a todos a cambiar. Hay que respetar tanto al que no quiere cambio alguno, como al que quiere todo lo que se pueda, lo más rápido que se pueda… y toda opción intermedia.
Los teléfonos inteligentes a veces parecen una extensión del cuerpo. ¿Considera que la existencia de estos dispositivos afectará la manera en que evolucionaremos las personas?
Pensemos en las islas Galápagos. Darwin se dio cuenta de que cambios minúsculos en el entorno, en la comida, en el clima, en los enemigos y amigos de diversos animales, pudieron darse en diferentes especies, aun en islas contiguas.
”Pensemos lo mucho que han cambiado nuestras vidas comparado con nuestros abuelos, ni se diga sus tatarabuelos. El tamaño y grosor de nuestros cuerpos, los alimentos, la seguridad de nuestro entorno, el vivir en climas controlados la mayor parte del día… Todo es distinto y, por tanto, deberíamos estar viviendo una enorme presión evolutiva. Los teléfonos celulares son un buen ejemplo.
”Al no tener que memorizar, al tener que entender y rápidamente editar enorme cantidad de información, nuestro cerebro se organiza de otra manera, privilegiando ciertas áreas, abandonando un poco las áreas dedicadas tradicionalmente a la memorización. Claro que estamos evolucionandoy... rápido”.
¿Cuál será la temática que abordará en su presentación durante el TEDxPuraVida 2016?
La conferencia se centrará en lo que pasa cuando el ser humano empieza a controlar la evolución.